martes, 13 de agosto de 2013

Despertador de madrugadas

Me duelo médula y soy sesgado
zurciendo piedras con hielos
portador de agujas incesantes
que voy dejando clavadas indolentes
en párpados de cera o distintos
y amo
amo el revoloteo burdo y transparente
despertador de madrugadas
fusible candeal de élitros amargos
que asciende al incoloro insecto
tal vez con su rotor debido e indudable
alimentado por su hélice de harina
o proteicos nutrientes succionados en la noche
que elevándose causa
vanas modulaciones en el aire
pero si su comida
la comida que deja de dolerle y va elevando
un espíritu de carne modular
no da satisfacción o sangre al sueño
que le invade
va entonces y se hace
círculo cuadrado acoplándose al viento
a las coriáceas heridas mortecinas y secas
de la tarde o del poniente
para por fin
y es entonces
y no antes
que cayendo a tierra
pone germen de madrugada
semilla de tiempo terminado
y sin remisión soy de nuevo ante él
la nuca que se humilla
un sabio perdedor histórico
pacato y ciego
que cada madrugada
se despierta con los ojos abiertos
y ve insectos voladores.