viernes, 30 de octubre de 2015

Si dulce es el tormento (2)

A Mª José


Tomo tu mano de martes y comienzo la semana
con un balcón en los ojos y una mesa y una silla
y una luz solar de temperaturas exigentes.

Tomo tu mano tus dedos y sus rutas
y con ella acaricio mi frente y pienso en tu boca
y veo tus ojos fijos en los míos.

Tomas mi mano y recorres un tramo de mi vida
una duda que cruza tu boca y una certeza
que baila en mis labios de besarte siempre.

Tomas de mí lo que ayer dejé en la mesa un poema
un libro sobre la silla un balcón de suave luz
aquel pasado de ciudad sus noches de calles encendidas.

Si dulce es el tormento

Si dulce es el tormento que tu boca me absuelva
del dolor de la vida
que tu mano me nombre con una caricia
que tu lengua en la mía sea una voz
confesándome besos
o he pecado en tu ausencia
con los nombres de otros.

Si dulce es el tormento que tu mirada de hierba
crezca entre mis dedos
una tarde dos noches
que me visitó la urgencia
los poetas los libros
las rutas olvidadas
los ruidos que dejamos
la mirada encendida.

Si dulce es el tormento que tu vientre me absuelva
del dolor de la vida.