jueves, 29 de mayo de 2014

Poeta

Poeta

te noto como pan ácimo
que busca la flama
de un horno de leña
para crecer
dar de sí
un alma blanca
que al paladar recuerde
los rastrojos
el volteo de la tierra
el terrón
los arados salvajes.
La lluvia
de la que se alimentó
aquella semilla
que creció golpeada
por el sudor resuelto
de nuestras espaldas
que tornándose alas
fue abonando la noche
de cuerpos húmedos
y palabras que morían
muy cerca del cielo.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Mapa

Dibujas una línea de grafito sobre el mapa
y después con el efecto lupa
del google maps descubres
que has asesinado bajo el carbón
del lápiz
a siete millones de personas
un millón y medio de grillos
decenas de caballos
y una manada de toros
que se mantenía a resguardo
en la dehesa
a la espera de matarifes toreros.

Trazas una línea sobre el mapa y de golpe
te has cargado con un efecto atómico
envidiable
un campo de naranjos y otro de girasoles.
hasta una pareja de seres humanos
que hacía el amor como si fueran únicos
notó un espasmo que les llevó
a la muerte
en un orgasmo jamás presentido.

Te das cuenta que tu poder de matar
es ilimitado
y vuelves a pasar la punta afilada del lápiz
para rematar la faena
y cargarte
a varios indeseables que explotaban
escrupulosamente
a un grupo de emigrantes en un campo de fresas.
O una reunión de banqueros
que tramaban beneficios
a costa de espaldas azules
y sudores de arena.

Pero arrepentido de tus fechorías
pasas la goma de borrar
y todo continúa igual sobre los mapas
del hombre.
Nada importan las mariposas aplastadas
por el ruido de la ciudad
los millones de pólenes convertidos en fósiles
por la muerte prematura de millones de abejas.
O una piara de cerdos
pasados a cuchillo de carnes y embutidos
ni aquel crimen pasional
que pudiste evitar.

Y todo vuelve a ser como antes
y este poema no tiene ningún significado.


domingo, 25 de mayo de 2014

Cartas, remites, trámites

Me he convertido en trámite y tránsito,
voy de aquí para allá
como una carta sin sobre,
desnudo de sellos y remites
me dejan en buzones extraños.

Me sobran renuncias y a veces
caigo en el desánimo
y sólo el viento me entiende.

Soy un él o soy un tú,
o vivo de ellos o viven de mí.

Y deambulo
como una muerte ateniéndose a los goznes.

Se abrieron puertas
pasaron los hijos de la noche
las madres de la luz cubiertas
de oscuridad
la misma nada ateniéndose al no:
nunca tengo respuestas.

Soy un papel con el alma rasgada
que tan sólo dejo cicatrices.
Los que leen en mí
nunca encuentran palabras.

jueves, 22 de mayo de 2014

Citas desinteresadas: José Antonio Gabriel y Galán

Pues a mi cuerpo le enseñaron a enemistarse con mi cuerpo, a exiliarse en mi cuerpo.
Una ciega invasión me fue arrojando de mi cuerpo y tuve que esconderme en la Cantabria de mi cuerpo.
Con los años, los siglos, mi cuerpo comenzó a reconquistar mi propio cuerpo.
Tenazmente, los brazos, el cansancio, el pecho, vientre, muslos.
Mas resistía el bárbaro en mi sexo.
El silencio tronó cuando obtuve la llave.

-Descartes mentía. 1970-74-



Árbol de la vida

Presa de un hálito
un vaho
separé primero
tu carne de mi cuerpo
y luego
mi nombre
entró en tus venas
cálido
como un secreto antiguo

¿dónde merodeo
cristalina sombra
savia suspendida
cuerpo de árbol?

apenas fue encendida
tu carne por mis dedos
su luz
hilándonos
de un nuestro mi amor
los pasos perdidos
caminamos hacia dentro
del árbol antiguo
que nos arrebató
la vida.


lunes, 19 de mayo de 2014

Apéndice para un epílogo

Ciudades sagradas pasadas a cuchillo,
el fuego de las nicotinas,
el alcohol de garrafas espurias,
las metrópolis troqueladas a puño,
por toneladas de hierro caminan
felinos en llamas,
escarba el toro sobre los escombros
tras cosechas perdidas,
un león acaricia al oso en su guarida,
desde el mar viene un viento cálido
una sal áspera;
huellas de panteras en la arena,
los ciclos se repiten
señalan a épocas remotas
hacen áreas,
ciclópeas murallas, sus perímetros
dibujan círculos, pirámides
y sombras, laberintos,
infortunios de besos ya besados
donde viven labios como llaves
abriéndose puertas como bocas.
Cerrándose, un corazón plantea
que no quiere acabarse.
Y grita que ansía
otro mañana
de silenciosas pisadas de elefantes
sobre el asfalto negro de la noche.



viernes, 16 de mayo de 2014

Frío

Carcoma de mí, mi sudor
enredado en zarzas
huele a luna y eucaliptus.

Carcoma de mí, mi sudor
enredado en zarzas,
huele a luna y eucaliptus.

Repito dos veces
estos tres versos
para que tu lengua
desenrede este frío
que no me pertenece
y mi carne aflore en ti,
limpia y desnuda,
como una rosa de sangre
que va tejiendo zarzas
y espinos blancos en tu pelo.


Nieve

Para Elena Belmonte

De esta casa salieron palomas encendidas, sus alas eran de agua y en su pico húmedo llevaban un grano de sal para sembrar el mundo de sustancias originales.

Y hoy salen de tus dedos paisajes trazados con líneas negras sobre campos verdes amarillos y malvas. De tus dedos manan líquidas transparencias, sangre de amapola blanca, ágata y rubí. Y es que tú vas débil y yo me siento rechazado. Un poeta siempre es el hombre que más letras añade a la nieve. Sus miedos ocultos en el fuego. Su palabra redonda de saliva amarga.


lunes, 12 de mayo de 2014

Disimuladas ventanas

Dijeron en la noche menudencias de patio,
se oyeron clamores y ayes en la distancia que separa
los sueños de la sangre,
y los cuerpos se ajustaron a la esclava escarpia,
junto al viejo muro azul y gris, casi demolido.
Deshumanizadas gargantas sepias y negras gritaron
palabras obscuras que decían:
que nadie sepa el secreto que encierra
el misterioso enclave,
el trazo que desgarra el orbe,
que nadie sepa el oculto número
de la violácea herida que supura palabras blancas,
culebras y semillas,
placebos y estramoniun.

Al hacerse el silencio se escucharon de nuevo
menudencias de patio,
vecinos reían asomados a balcones y ventanas
y era muy tarde en las pisadas del inútil transeúnte.

Cielo de invierno,
en la noche los corazones laten
como un borrón blanco en el barro.
Aun hoy, hay un eco lóbrego
tras los visillos grises.

Se comenta que nadie puso interés
en ser cierto.

Cernuda

Durante una larga temporada
me hice acompañar un mes, un año o dos
por Luis Cernuda.
Salimos a caminar, que es la mejor forma
para poder empezar a compartir.
Pero él sólo encendió las calles con su paso fino,
el asfalto negro y brillante encharcado por la lluvia.
El agua cada vez más delgada y dulce,
mi mano por su hombro, caminamos largo trecho
con los ojos mojados y muy sonrientes.
Desde entonces no ha habido nadie capaz de consentirme.

Fue hace poco, muy poco, ayer, absolutamente ayer.

sábado, 10 de mayo de 2014

Noche cero

Llena de murmullos y altibajos
la noche se prolongó creciéndose
yendo por derroteros varios.
Yo te miraba y con un rumor de dientes apretados
te avisé te quise te sujeté.
Y dijiste:
no fuerces la aritmética sonora
donde añade cifras el ruido de los números
no sumes no multipliques
resta o divide
y serás el vencedor de muchos.

Si echas cuentas
siempre te saldrán errores
errores múltiples
de aquí y de allá
una hora un mes
aquel año:

un día sin que tú te dieras cuenta
capaz de encontrar lo más hermoso
por ejemplo me besaste o te besé.

No fuerces los errores del número primo
hecha leña si quieres al orden mundial
y observa su implacable matemática
de continuos desastres
donde no se tiene en cuenta
la culta armonía del cero.

Y te abracé. Como se abraza
cuando la noche se ha fortificado
en noctámbulos candiles
y luces pábilas
y ya todo es apagado.

jueves, 8 de mayo de 2014

Citas desinteresadas: José María Álvarez

Estimado Sr.
Me pide Ud. una Poética.
Me acuerdo de aquella noche en que tocaba Johnny Hodges. Y un curioso le preguntó que cómo tocaba. Entonces Hodges se quedó mirándolo, cogió el saxo, y empezando “Just a memory”, dijo: Esto se toca así.
-José María Álvarez-

miércoles, 7 de mayo de 2014

Hombre mío

……………………………………………
hombre mío en rechazo y observación, vecino
en cuyo cuello enorme sube y baja,
al natural, sin hilo, mi esperanza…
-César Vallejo-

Que estrecho soy de aquí ahora que me agacho
que corto soy de allá ahora que me estiro
pero cuanto amo al hombre ahora que lo pienso
aún a pesar de la distancia
que me produce su ausencia
se dijo el predicador del desierto
mientras daba de comer a los tigres.
Se ha vuelto anémico el semen fértil
forzado a modelar una forma
un perfil entre los espinos grises
y triste el grito que en el páramo clama
un soberbio ejemplar pletórico
de ácida eyaculación profusa
que arrastrándose hasta la fosa
ansia preñar a la receptiva fiera
postrada y sometida
cautivada por el pecho brillante
de cobre virgen sudando aceros
e inclinada y dócil ante la fálica roca.

Hombre mío
que tiemblas ante el grito de tu nombre
sonando en el eco de mis manos afónicas.
Cuando te llamo icono
tan sólo voceo tu pérdida.