1
El pájaro añade a la cuerda
su vuelo roto
hasta que cae rendido.
Otras veces ahorcado.
2
Los pájaros dormidos no debieran soñar,
sobre ellos se derrumban los bosques
en la pertinaz pesadilla.
3
Con los ojos cerrados se ven cosas invisibles.
En mi pesadilla los libros
son nidos.
4
Dejadme pues morir entre libros
que quiero luego registrar los estantes,
las páginas confusas,
cotejar versos con rutas de viaje.