viernes, 21 de septiembre de 2012

Vigilia


Vigila si en la noche digo cosas indebidas
si hablo en sueños
y si la vigilia te sorprende vigilando mis palabras
vigila si hablo con otros argumentos.
Si soy un desconocido
si no me reconoces
mátame con un secreto.

Lugo, morir de amar

Lugo. Tomo cerveza. Paseo.
Miro.
Después de 30 años salgo a la calle.
A la calle de una sociedad desconocida.
Hay amargura.
Hay lo que no viví nunca.
Yo fui un paréntesis.
Detuve el tiempo para ver si existía.
No existía nada. Nunca existía nada.
Todo está como cuando empezó todo esto
hace 40 años.
No. Está peor. Está ignorancia.
Está lo que no se aprendió
en todos estos años.
Lo que fue imposible aprender.
Tareas:
comprender.
Saber.
Olvidar.
Creer que la memoria no traiciona nunca.
Y acaso saber amar.
Amar con la memoria justa
para no olvidar el silencio
de todo este tiempo inútil.
¿Inútil?
¿A qué edad empieza lo necesario?
Mi amor. Mi vida.
Mi amor por la vida.
Por los demás.
Yo era un paréntesis.
Todo lo demás rebabas.
La excrecencia fija en la retina.
Amar.
Qué fácil decirlo.
Han pasado 30 años
y los menos somos más.
Nada. Casi nada.
Amar. Morir.
Morir de amar.