lunes, 13 de febrero de 2012

Día de San Valentin

El gol de Batania

Vean la situación clara y diáfana de  Batania. Solo ante el portero, el
cual le gritaba en ese momento: ¡Poeta mamónnnnn! Hizo lo que pudo.
¿Dónde estaban los jugadores "publicados"? ¿Por qué algunos miraban
cómo este "inédito" de pacotilla marcaba gol, sin mover un pie? 
Una prueba de posible partido amañado. Sospechosa la indolencia
de muchos de los jugadores del equipo "Publicados".
Y sospechosa, más tarde, la amabilidad de Batania en el bar, pidiendo
que no les faltara la bebida.
Juzguen ustedes la imagen. Habla por sí sola.


Así es la vida. Y el mundo de los poetas. Ver para creer.







Citas desinteresadas

La alegría sin subversión es una frivolidad,
y la subversión sin alegría es terriblemente aburrida.

Barrullo (Diario Liberación)

Semilla negra

Eloy ha dejado un hermoso texto junto a esta canción de Marlango.
Recomiendo el video de "Lágrimas en la lluvia". Aquí.

Citas desinteresadas

Hermano persuasible, camarada,
padre por la grandeza, hijo mortal,
amigo y contenedor, inmenso documento de
    Darwin:
¿A qué hora, pues, vendrán con mi retrato?
 - César Vallejo -

Un hueso y una mejilla húmeda.

Yo entrego mi cuerpo a cualquiera.
No cualquiera desea un cuerpo como el mío.
No cualquiera desea un cuerpo. Cualquier cuerpo.
Yo siempre amé a cualquiera.
Una cual que quería a su pesar tener un alma
para asaltarla. Como el que asalta un tren.
Aquellas estaciones parándose
a lo largo de una niebla gris, de un humo negro.
Aquel trayecto de habitaciones oscuras,
de túneles fálicos penetrando en la médula.
Suerte que nunca tuve alma.
Nada que entregar, sino un hueso y una mejilla húmeda.

Sonny Boy Williamson - 1964 - Bye Bye Bird

Este si es un blues. Así se tenía que escuchar el blues:
Sentados. Y formales. Y emocionados.


Un blues rural: duelo de banjos

El blues de hoy es violento. No es un blues. Viene de esa violenta película excepcional, "Deliverance", 1972, de John Boorman. Magníficos personajes.

Los dientes de un león enfurecido

A veces amé viví
como un contracorriente
pusieron sobre mí
albas: esas noches de velos
sobre un fondo de disparos.
Se andaba fraguando
un trozo exacto de universo
y yo pelotón bajo teja vana
no había puesto el pedazo de historia
que a mi persona correspondía.
Aquél frío fue correspondido
con rigor de indiferencia.
Hoy tiritan al alba
los dientes de un león enfurecido.
Bajo tierra se blanquean calaveras
adversas, un unicornio levanta la mirada.
Y ve esmeraldas.