jueves, 25 de agosto de 2011

María Polydouri

En alguna ocasión este blog de folios grapados hizo excepción para que su trayectoria de hojas sueltas, no se convirtiera en dogma.
Y todos sabemos que este poema de María Polydouri es un hermoso poema.
Al igual que esta triste balada sobre la poeta, cantada por María Kouyioumtzis.   






SOLO PORQUE ME AMASTE

No canto sino porque me amaste
en los años pasados.
Y ya con el sol, con presentimientos de verano,
ya con lluvia y con nieves
no canto sino porque me amaste.
Sólo porque me tuviste entre tus brazos
una noche y en los labios me besaste,
sólo por eso soy hermosa como un lirio siempre abierto
y aún conservo un temblor en mi alma
sólo porque me tuviste entre tus brazos.
Sólo porque tus ojos me miraron
con el alma en la mirada,
orgullosa me adorné con la corona
más excelsa de mi existencia;
sólo porque tus ojos me miraron.
Sólo porque me amaste he nacido,
por esto se dio mi vida;
en el triste vivir no realizado
mi vida se cumplió.
Sólo porque me amaste he nacido.
Sólo porque tan bellamente me amaste
viví para multiplicar
mis sueños, amado mío, que cual astro te pusiste.
Y así en tal dulzura muero
sólo porque tan bellamente me amaste.

Ala, venga, imagina lo que quieras

Tus caballos se mueren por falta de viento.
-Neorrabioso-


Ala, venga, imagina lo que quieras,
pon aquí un verso como una noria
que gire en canjilones de agua y saque de ti
como de un pozo
un cuerpo dulce y suave como una sábana,
cubierta de pasado, de gloria
o de historias nuevas.
Venga,
recupera la humedad de aquellas lágrimas
que cayeron un día que nunca fue desierto
en tu alma de aljibe
serena y sin secretos.
Anda ven, imagina
ten un sueño
yo conocí caballos
que rimaban con viento
y sus crines de agua conocieron
la lluvia mejor que nuestros sueños.
Sin espuelas ni espinas
aquellos caballos veloces
siempre fueron tras las distancias
dicen que sonriendo
y con sus cascos de acero
sembraron de albahacas
todos nuestros recuerdos.




Órdinas (19)



La tinta se evapora, se disipa,
pero qué importa eso,
tan sólo ocurre si el frasco
no queda cerrado: el aire lo oxida todo.
Todo, menos la palabra,
aunque esta se escriba con tinta.
Mas a menudo me pregunto
si el libro debe permanecer cerrado.


22/02/07