No me gusta coño vigilado ni estanque sin peces
-Guillermo de Aquitania-
Con un testículo también soy capaz de amarte,
me sobran cojones para fundir el mercurio
de tus ovarios de estambre
quemar en la zarza todos mis espermas,
y morir avrazados sonriendo al patíbulo.
¡Ah! y tu marido que formó parte de la trama
que lo parta un justiciero rayo ecuménico
o que se lo folle el sable fálico del pez espada.