jueves, 21 de noviembre de 2013

VEN

Ven. Como no vengas
me pondré lobo a aullar a la luna llena
que cada mes compartimos
por calles poco iluminadas
ciñéndonos de bosque
musgos y líquenes secretos.

Como no vengas te nombraré despacio
hasta que salten las alarmas
de todos los salarios.
Gritaré tu nombre
hasta que el comité obrero
más salvaje del planeta
tome las armas y asalte los palacios
de invierno y primavera
de verano y otoño
de esa estación incierta
que tú y yo tanto necesitamos.

Ven. O iré yo
desde este lugar de espantapájaros
de vertederos humanos
de gaviotas con dientes
que hambrientas de ausencia
mastican las antenas.

Noviembre

Llevas desde Noviembre sufriendo
y nadie ha venido a tu casa,
no sonó el teléfono aún;
queda gente por la calle
ya que desde tu ventana los ves
pasear, caminar, correr.
Queda gente en el mundo
ya que desde su risa,
y cada noche desde tus sueños
los oyes gritar, alguno gemir,
otros mueren ante tus ojos.
Llevas desde Noviembre lamentándote,
nadie viene a tu casa,
no vendrán, tú lo sabes,
nunca.

Flores de antiguos naufragios

Flor de tomillo y campos de lavanda
hay más flores en medio de la noche
hay otras líneas de confluencia
unos extensos milímetros de playa
que empieza a superar la marea.

Hay flores que cuando se encienden
acogen el acoso cándido y hambriento
de renos y búfalos rumiando su tesón
tierra adentro allá donde la nieve
provee de fuentes a las praderas.

A lo largo de la costa mamíferos sedientos
abarcan con sus trompas el plancton
lo digieren mirando desde el fondo
la superficie blanca de aguas tranquilas
donde flotan flores de antiguos naufragios.