miércoles, 10 de julio de 2013

Debe

Fingido el trámite
fingido el uso que le damos al placer
se da a la vida el impulso del caos
se inician palabras débiles y caen esferas
se desploman cándidos artesonados
y lápices de colores y mareas internas
y dejan las cosas de llamarse
por su nombre.

Caen esbozos
nacen caras nuevas
reconociendo en sus arrugas
la identidad de otro rostro
identificando en su nomenclatura
el dígito álgido del semblante de otro.

Y las intenciones empiezan a coincidir
en un crucigrama de enigmas
que conformándose deciden proclamar
el misterio de su sed
la sed de su dolor
el dolor al fin como un apósito
plácido.
Fingido el trámite nos queda el debe.