miércoles, 15 de mayo de 2019

Poeta

Poeta, para oír el leve roce que produce la piedra en su pacífico frotamiento de durezas, incluso las desavenencias con otra piedra, y por qué no, el sonido a semillas de las muelas del molino en su masticar íntimo, tienes que tener las manos inmersas en harina.