martes, 12 de diciembre de 2017

Amo tanto la vida

Amo tanto la vida que sería inútil desprenderse de ella
sin dejar un rastro de miedo sobre las duras
piedras de la calle
y allí donde nadie espera que uno caiga
allí precisamente
escribir los mejores versos
apoyado sobre la mesa de madera
mojada por el vino derramado.

Y allí al calor tibio y feliz
no por casualidad
el pan y la sopa es gratis y está caliente
por lo que he decido escribir escribir
porque puedo estar mejor
y fumar tabaco y beber café.
Ahora depende de vosotros
que tenga una cama limpia y unas mantas
el resto será responsabilidad del verso
y unas cuantas hojas de papel
grapadas con energía y optimismo.

Así se va escribiendo la poesía
y se endereza el rumbo de la vida
y los árboles vuelven a crecer
torcidos como siempre
a pesar de los reglones mansos de la vida.