viernes, 26 de febrero de 2016

Barca

Con la edad de las tinieblas
me han nacido en las ingles de navegar
unos pelos negros y largos
que al arrancarlos con prudencia uno a uno
se han convertido en pequeñas serpientes
de piel ebúrnea y escamosa
las cuales al aplastarlas con severa repugnancia
se han convertido en remos
para una barca que alguien gris
que mora en las sombras
ha puesto en mi vida
para que pueda cruzar el mar del olvido.

sábado, 20 de febrero de 2016

La luz de mi ceniza

Cuando así te veo,
tan llena de existencia
existiendo,
noto en ti un yo
que no es mío
y en mí el reloj azul de la luna
moviendo sus manillas,
cayendo sobre mí
las horas de la noche
y en ti la luz de mi ceniza.

jueves, 18 de febrero de 2016

Tal vez en el silencio

Tal vez en el silencio, a eso de las doce de la noche,
cercanas las cuatro de la madrugada,
un par de horas después de haber amado tanto,
será entonces cuando ponga fin a este escalofrío
y me dedique a buscar en la oscuridad
los besos perdidos por la alfombra,
o a recoger las pelusas livianas que dejaron
los cadáveres verdes de aquellos hombres
que intentaron amarte en mi presencia.
Y en ese silencio deduzca
que si te dejo, no tenga a donde ir.
Que debo asumir que tú eres mi lugar de destino,
la tierra que cavo entre los surcos del poema,
o la frente que levanto al cielo
buscando o preguntándome qué hice.

Aún me crucifican las encrucijadas,
los maderos curvados,
el óxido sucio y malva de los clavos,
las coronas de espinas dulces.
como un cristo que nunca se arrepiente,
nada excitante hice por impedirlo.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Dado

Nada tan fácil como sostener un dado
entre los dientes.
Un dado en la punta de la lengua.
Un dado hecho del hueso más necesario
que el hombre usa para ser un animal despierto
un ser vertical próximo a la frente
su reptil occipital de sangre fría
su manera de pensar
su necesario color sangre
su marfil de muelas sencillas
sus mandíbulas para el pan
que siempre masticó de rodillas
y de rodillas dio un trago de vino ardiente
para ver lunas azules
más allá de las estrellas.

Un dado hecho del hueso del pasado
hecho de sol a pulso de saliva
en la punta de la lengua
para después hacerlo girar rápido
dentro de la boca
y escupir un seis
el tres
un dos
las veces
el asco que sintió
jugando a la vida
jugando a tirar el dado
para que la vida le diera un número
para que la vida tuviera
un número
ese por el que siempre cae el dado.
Un dado hecho del hueso más apremiante
de su vida de embelesado
que mira a las estrellas.




domingo, 14 de febrero de 2016

Poema

Considerando en suma que han pasado los años
y uno sigue en pie, aquí
cual triste muñeco de trapo
parado ante la vida como un quieto,
considerando, digo, que hay un hilo
blanco de araña negra
que me sostiene en un dulce balanceo
de piernas y boca hambrienta,
considerando poco a poco,
a la lentitud de la pábila vela,
que nada y todo brilla
en la abundancia del defecto;
tal vez un instante antes de apargarse
el mundo
tal vez hagamos un esfuerzo
para que el poema nos siga dando hambre.
Hombres. Ellas.


miércoles, 10 de febrero de 2016

Preguntas de un vendedor de poemas que nunca quiso hacerse Bertolt Brecht por temor a la soledad

¿Llamar con el lomo de un libro a la puerta
convence al inquilino?
Abrirá remiso. Dudando.
¿Será un lector convulso y crítico
o será un lector de best seller?
¿Abrirá más, sin embargo,
entornando la puerta,
si le enseño una página?
¿Pasaré si le leo unos versos?
¿Me amará si los comprende?
¿O tendrá ya libros en la casa
y me dará con la puerta en las narices
al grito de ese ya lo tengo?
Posiblemente este ya lo ha leído,
así que voy a llamar,
le encantará poder comentarlo.
Golpeo. Tras un silencio insisto.
La vecina de enfrente, solidaria,
sale y me informa:
.-Señor, en ese piso hace años
que no vive nadie.

domingo, 7 de febrero de 2016

Las estatuas

El maniquí vestido de novia
pasó la noche llorando.
Durante el día, una sonrisa pintada
iluminaba su rostro.
Su mirada muerta
buscaba un punto de luz
en el infinito.
Junto a él y su escaparate
otros transeúntes paseaban
sus derrotas en silencio.
Los que fuisteis perseguidos por el amor
sabéis que al final de las caricias,
como al final de todas las historias,
el mundo se deshace como cartón mojado.
Por eso los cuerpos malheridos
rehacen su grotesca figura de maniquí
alzándose en estatuas permanentemente frágiles.
Y cuando la asunción de soledad
se hizo vicio en ellas,
acudí solitario a un paisaje anónimo
que fuera como yo un lugar vacío.
Allí, eternamente paseo entre las estatuas:
su mirada fría de felicidad.