Buenos días Babilonia
las aguas bajan mansas
se desnudan en sus orillas las mujeres
y lavan sus enaguas de lino
con el jabón de la noche.
Buenas tardes sorpresa
la habitación deseada
la alcoba en desorden
y nuestro zaguán en penumbras
desde esta larga ausencia.
Buenas noches Babilonia
un dátil de oro se eleva manso
en la noche del oasis.
Una palmera de plata
va hundiéndose lenta
en la arena azul y malva
del desierto. Entre espumas
y las cenizas de tu nombre.
Baldorba - Benito Lertxundi