martes, 16 de septiembre de 2014

Un beso de bruja

Del alfanje brota sangre
su filo es el reflejo de un rojo manantial
que chorrea tristeza,
un pasado de flores muertas
y naves que se hundían
una tarde, una noche ahogándose
en preguntas,
sin abrazos ni amigos
ni una mano de hombre
ni una voz de mujer.

Ni un beso de bruja que levara el hechizo
como se elevan anclas
para llegar tan lejos
que al mar no le quepan dudas
que hoy estoy guerrero cual poeta
cargado de batallas,
como mañana estaré viejo
retrato de un pasado tejido con los hilos
de esta fascinante trama.

Y aunque me vaya a pique
mi cuerpo se merece una horda salvaje
de novias encendidas
y patios blanqueados
pues así muere conmigo
un hombre ciego
que no supo porque no quiso
mirar a las estrellas.