No hay ciudad más propensa que Eusapia a gozar de
la vida y a huir de los afanes. Y para que el salto de la vida a la muerte sea
menos brusco, los habitantes han construido una copia idéntica de su ciudad
bajo tierra. Los cadáveres, desecados de manera que no quede más que el
esqueleto revestido de piel amarilla, son llevados allí abajo para que sigan
con las tareas de antes.
…………………………………………………………………………………………………………………..
Dicen que esto no ocurre sólo ahora: en realidad
habrían sido los muertos quienes construyeron la Eusapia de arriba a semejanza
de su ciudad. Dicen que en las dos ciudades gemelas no hay ya modo de saber
cuáles son los vivos y cuáles los muertos.
-Italo Calvino- (“Las ciudades Invisibles")