Hoy entró en el despacho de trabajo la señora de la limpieza a pedirme las tijeras. Al cabo de un rato me las devolvió diciéndome que se había cortado con ellas. Desinféctese la herida que esta tijera tiene el filo envenenado de tanto cortar papel, le dije. Sobre todo si está escrito, me respondió.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
martes, 20 de septiembre de 2011
Trámites
Tengo que cortarme el pelo,
comprarme unos pantalones vaqueros,
adelgazar seís quilos,
sufrir una transformación semejante a la del vampiro,
remar contra corriente para ascender alegres cuestas,
poner un huevo.
Tengo que domar mis instintos,
subir al cielo en ascensor,
robar un sueño para ese hombre que lleva corbata,
consolar a esa niña con tristeza de cristal,
pasarme un rato por casa de un amigo
que me invita a llorar.
Bajar a las canteras a rezar a una piedra.
Iniciar los trámites para un viaje a la luna
antes de que aparezca el fantasma
y me robe el equipaje.
comprarme unos pantalones vaqueros,
adelgazar seís quilos,
sufrir una transformación semejante a la del vampiro,
remar contra corriente para ascender alegres cuestas,
poner un huevo.
Tengo que domar mis instintos,
subir al cielo en ascensor,
robar un sueño para ese hombre que lleva corbata,
consolar a esa niña con tristeza de cristal,
pasarme un rato por casa de un amigo
que me invita a llorar.
Bajar a las canteras a rezar a una piedra.
Iniciar los trámites para un viaje a la luna
antes de que aparezca el fantasma
y me robe el equipaje.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)