lunes, 30 de diciembre de 2013

Citas desinteresadas: Tomasito

Compongo con una guitarra del Lidl:
50 pavos con afinador y todo.
Y el día que tenga frío la echo
a la candela ligero.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Blues: Lonnie Johnson

Ya son las doce. Sonny Boy Williamson, presenta a su compañero:
Lonnie Johnson. Era de  Nueva Orleans, Luisiana.

Con esa precariedad

Con esa precariedad de las cosas que duelen
los órganos del cuerpo dan aliento
o sustento para seguir latiendo
con esa brevedad,
así, pacientemente, añadiendo al grumo sanguíneo
granitos de maíz, de arroz, de seda resignada,
periódicamente en el paisaje busco el alimento dócil
que benévolo, a los mansos nutra.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Citas desinteresadas: René Char

A todas las comidas comunes invitábamos a la libertad a sentarse
con nosotros. El lugar continúa vacío pero el cubierto continúa puesto.
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Curar el pan. Sentar a la mesa el vino.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Silencio

Aturdido por el silencio del bosque lanzo una piedra contra la lluvia y el viento la empuja un poco y cae al suelo rueda y no se levanta inmóvil espera que aún la ayude un poco más y vuelvo a lanzarla contra el árbol más cercano se eleva como ala rota y cruje entre las ramas cae una ramita seca y queda inmóvil en el suelo esperando que la levante y la ponga verde más verde más verde grita y sus gritos se unen al silencio a la piedra al viento a la lluvia. Un poco más lejos tengo otra piedra a la vista. Y de repente no hay árbol esperando en el bosque. Y el bosque se borra lentamente. Yo tengo en la mano una piedra.


lunes, 23 de diciembre de 2013

Epíteto muy arbolado

Corindón o esmeril pedernal
la chaira recorre los filos de la carne
magulla y gorgorea
hacia la oreja enfila la aguda punta
a escasos centímetros
quiebra
brevemente merodea
luego acaba hiriendo
donde la sangre brota con un gemido
de peces que se ahogan

de aspas y hélices fraguándose
en un murmullo de abanicos

proveniente de esa zona de la garganta
hecha cuna un instante
hecha cueva de oscuros y silenciosos pasillos
habitáculo donde mora el vital veneno.

Y muere misteriosamente.

Acaba en ese instante de bramantes
que exigieron el oscuro filo
para derramarse al vacío encerado

de un embadurnado hilo meciéndose

p
 é 
   n
     d
       u
         l
          o

de anímicos cuajos:
todas las maderas sangran
como una garganta sin voz.



jueves, 19 de diciembre de 2013

Blues

Ya son más de las doce, son más de las trece. Casi las catorce. Últimamente me levanto tarde por razones personales que no vienen a cuento y los blues de las noches se presentan con doce horas de retraso. Este blues se lo dedico a mi compañera. A ella. Este blues de mi querido y admirado Rory se lo dedico a Lola, que me estará escuchando, a Bipolar que me estará viendo, a las amapolas que nacerán esta primavera. A Nines, que quiere leer, leer. A Carmen Muñoz que comparte admiración por el bluesman irlandés. Al ruido. A la furia. Este blues está dedicado a las personas que me quieren, porque sí, porque también, por qué no. A Juli, a Manoli. A Anxo Manoel, que no para de hacer blues. A David, que hace música, incluso cuando te mira. A los cinamomos que dejamos en el pasado como si fuera pasado. A los cuervos que vuelan sobre los vosques buscando la b que les llene el buche, ahora que las heladas queman los alimentos. A Xela, que me regala blues. A Jorge, que los hace con la palabra. A los pobres. A los asalariados, que también son pobres. A Lenin que siempre se equivoca, porque no supo salvarnos. A los barcos de pesca. A los peces. A la contradicción de ambos. A Trostky que sufrió las consecuencias. A mi admirada Soco. A mi querido Eloy Sanchéz, que tiene un blues en forma de libro. A Maricarmen, que este año la han despedido de su empresa después de cuarenta años de duro trabajo, y aún así sigue sonriendo. A los que se me olvidan porque no me da la gana recordarlos. A una novia que tuve alemana. A mi madre que le canto blues y sonríe. A Jose, que trabaja en el diario El Progreso, hace fotos y camina también por el blues. A Fina, que tiene un blues con su nombre, pero ella no lo sabe. A las putas amapolas que son rojas y las quieren teñir de llanto. A los que se me olvidan porque no quiero que su recuerdo me haga sufrir. Al tren. A Miguel por su blues de este verano. A mis muertos: tengo unos cuantos cientos, muy cerca de mi historia. A los poetas que me enseñaron a vivir, sin ellos sería un ser mucho más jodido de lo que ya lo soy. A Félix G. porque lleva un blues dentro. A Ángeles Cortizas, por compartir cientos de blues. A Ana Torres que tiene blues en la cabecera de su cama. A Manuel Fernández, que me enseñó que una mirada es otra verdad, siempre distinta a la anterior. A la mentira y a la verdad, que caminan siempre juntas, siempre van en pareja. A los que nunca mienten. A mi vida, que se merece el reposo de muchos blues. A ella que quiere compartirla conmigo. A la verdad, porque es revolucionaria. A los árboles. Al viento, que gracias a él los árboles dejaron de ser sordos y recuperaron el habla. A Inés González, que también sabe de blues. Y a todos los amigos que sabemos que nuestro mejor tiempo ha pasado y el futuro se presenta negro como los cojones de un grillo. A José Horacio Martos: grande. A Amelia Fernández, prima chiclanera. A Alejandro, un electricista que fue Secretario General de CC.OO. en el cinturón rojo de Madrid, y sigue de electricista. A los que se me olvidan porque mi memoria se llena de cadáveres. A los obreros de la construcción que ahora son burbujitas en las olas del mar. Al Blues.

martes, 17 de diciembre de 2013

El poeta a su musa

A la playa de mi niñez,
inmensa antesala
de un mar interno

¡DAME UN VERSO,
DAME UN VERSO!
ESTÁS CONDENADA
A PRONUNCIARME.


83 seguidores

Estos ochenta y tres seguidores que tengo
qué buscarán
a quién de mí persiguen
del que no soy consciente.
Tener un yo de mí que ellos siguen
me produce inquietud,
ya me gustaría conocer,
¡¡cómo no!!
a ese que no conozco
y que también está en mí.
¡¡Caray!! sería un placer estrecharle el abrazo
al que no existe en mí. O sí.
Meter mi brazo abierto en su mano cerrada.
Se proyecta para crear.
Caray!! enfrentarse a un espejo
con síndrome de Zelig.



lunes, 16 de diciembre de 2013

Citas desinteresadas: Federico García Lorca

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Entre yeso y jazmines, tu mirada 
era un pálido ramo de simientes. 
Yo busqué, para darte, por mi pecho 
las letras de marfil que dicen siempre.

Siempre, siempre: jardín de mi agonía, 
tu cuerpo fugitivo para siempre, 
la sangre de tus venas en mi boca, 
tu boca ya sin luz para mi muerte.

(De "Gacela del amor imprevisto")


domingo, 15 de diciembre de 2013

Semillas

Si acaso la semilla fuera necesaria
sembraríamos sangre
gota a gota
para tener una cosecha de cuerpos
sin heridas
que removieran la tierra
con el alarde blando
de un arado de plumas y barro.






Venid

Mis deseos de horda desenfrenada...
-Vladimir Maiakovski-

Venid, venid a verme, miradme
tenedme, conseguidme
arrebatadme,
tened,
sabéis que no soy fácil,
venga
vamos a vernos en la entrega
en la mano,
en esos besos que se dan y se quitan,
que se recogen y se arrojan,
esos besos como blusas de domingos
y almidón. Besos blancos.
Venid,
ved a este poeta que es un hombre
como podía ser una fiera
un acorde
el valor de las cosas
y también el de las palabras
vamos, animaros
esto dura poco,
es un instante,
y el que sobre
se quedará entre las escorias,
entre los menos,
en la memoria que pesa como el tiempo.

Y nada nos detendrá.

Vamos a vivir, que nunca se sabe
si el vivir también lo quitarán
un día de estos.
Tened.
Este verso y otro.
Entre mis manos tengo letras.

Qué más da
todo.
Qué más da.

Venid.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Mamada

…sabiendo él que le mamé con ardor.
-Catherine Millet-

Sabiendo él que le mamé con ardor
no le digas que le quiero
que piense que mi deseo creció
como su verga dilatándose
dentro de mi boca
pero que nunca sepa
que en mi corazón anidaba
la mejor escuela
toda la técnica precisa para amarle.
No le digas que ante su gutural espasmo le rogué
no la saques déjalo dentro
que quiero llevarte en mi sangre eternamente.

Sabiendo él que le mamé con ardor
su distancia marcó para siempre
esta perpetuidad solitaria de los cuerpos.


jueves, 12 de diciembre de 2013

Átanse

Átanse
cuan locas se desatan
límpianse
cuan líricas manchan
y cual locas prendas de vestir
o gasa
se desvisten
se desgastan
anímanse
corren descalzas
bailan y danzan
son siempre un hilo a lo largo de la vida
tirando de él
algunos hayan la muerte
esa flor
un nudo
los poemas
las palabras.



miércoles, 11 de diciembre de 2013

Citas desinteresadas: J.A. Gabriel y Galán

ÚLTIMO NAIPE

Hay veces en que un naipe descubierto al desgaire
conduce a la melancolía.
En la última carta siempre asoma la nada,
se percibe su larva,
se arrastra entre caballos macilentos,
gime al amanecer,
se recogen las pérdidas, el humo,
y un aroma de muerte pasea entre las mesas.

Frío

Estoy tan triste que no me puedo tocar
con las manos frías.
¿Ha encendido mamá el brasero?


martes, 10 de diciembre de 2013

Buenos días

Tengo la cabeza llena de rosas
la boca desbordándose de pétalos azules
y un mar de pestañas
que me lleva al vértigo gris
de tus ojos dormidos.

Nada en la penumbra de la alcoba
un pez germinal que va dejando semillas doradas
en nuestra piel de buenos días
y hay un sol o tal vez tres
tras los cristales húmedos y fríos.

Y recuerdo versos de Pavese
y un poema que hice de niño
cuando los hombres eran pequeños
como un árbol
o muchos como un bosque.

Hoy no voy a decirte que te amo
si me besas y te marchas
tras el sol de la ventana
tras la niebla de los bosques
de esos hombres que un día fueron niños

y que hoy juegan en un mar de otoños
como un pez de doradas escamas
nada entre las hojas húmedas y frías.


lunes, 9 de diciembre de 2013

Cartas, remites, trámites

Me he convertido en trámite y tránsito,
voy de aquí para allá
como una carta sin sobre,
desnudo de sellos y remites
me dejan en buzones extraños
que nunca abre nadie.

Me sobran renuncias y a veces
caigo en el desánimo
y sólo el viento
que me lleva y me trae
entiende el papel escrito
que llevo dentro.

Soy un él o soy un tú,
o vivo de ellos o viven de mí.

Y deambulo
como un secreto
ateniéndose a los goznes.

Se abrieron puertas
y los hijos de la noche
y las madres de la luz
se cubrieron de oscuridad
la misma nada ateniéndose al no:
nunca tengo respuestas.

Los que leen en mí
no encuentran palabras.
Soy un papel
que tan sólo dejo
marcadas cicatrices.



domingo, 8 de diciembre de 2013

Pobre ciudad inmensa

Pobre ciudad interminable
repleta de enseres,
de aglomerados cuerpos,
de atropelladas puertas.

Pobre ciudad desolada,
apenas te nombro te derramas
sobre jardines negros
y torres sordas. La fiel penumbra.

Se mete por todas partes
un olor a carne
y carta muerta,
papel y ropa,
traje abandonado.

Pobre ciudad desierta,
cuando la boca me sabe a arena
tu nombre resbala de mis labios
como una pesada baba
de apócrifos misterios.

Ahora que la tarde deviene en noche
la brisa y yo suspiramos felices.
Qué triste se puso la puerta vieja
viendo pasar a mujeres y hombres
hechos y circunstancias,
al tiempo,
a la muerte.

Ciudad, ahora que la tarde deviene en noche
me refugiaré en ti para huir de la felicidad.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Temblor

Llegará un día en el que todas nuestras palabras
irán entre comillas
en una doble imparcialidad
al sentido natural
de todas las emociones cogidas
por el imperdible neutral del miedo.
Un día en el que la palabra será fácil
y nombrará el vuelo de un pájaro,
unas mariposas,
el viento cálido de las faldas.

Paseo despacio por un luminoso bulevar.
Veo la manera tan rara de pensar
que tienen los árboles,
las posturas tan hermosas de aquellas
tres mujeres sentadas ante el velador tan leve,
acumulado de muslos sobresaliendo
por entre patas de sillas torneadas de secretos.
Bajan sonriendo unos hombres jóvenes
abiertas sus camisas a la mirada del tiempo.
Y todo se sitúa en un temblor perfecto y pendular.
Si no he mirado si nada es cierto si sollozo acaso.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Escalofrío

Tal vez en el silencio, a eso de las doce de la noche,
un par de horas después de haber amado tanto,
será entonces cuando ponga fin a este escalofrío
y me dedique a filmar en la oscuridad
los besos perdidos por la alfombra,
o a recoger las pelusas livianas que dejaron
los cadáveres verdes de aquellos hombres
que intentaron amarte en mi presencia.
Y en ese silencio deduzca
que si te dejo no tenga a donde ir.
Que debo asumir que tú eres mi lugar de destino,
la plaza donde quedo para mirarte a solas,
lejos del ruidoso tránsito de los hombres.
Aún me crucifican en todas las encrucijadas
y nunca hice nada para impedirlo.

Como un solo me abandono a la herida.