jueves, 13 de octubre de 2011

Se tapó el recuerdo con la mano

Se tapó el recuerdo con la mano
para no tener memoria,
introdujo entre sus dedos
la frente pensativa,
la mirada que sienten en la espalda los amantes
cuando se alejan,
y deseoso de la nieve gris del labio que no habla
pero besa,
sumóse a los paseos que dan los ancianos
tambaleantes,
perdiéndose en las sombras, en el pasado
amargo,
oportuno
y secreto,
y nadie volvió a molestarle
con silencios llenos de murmullos.

La espera

Sin llegar a abrirlas, él
rompía las cartas que recibía de ella
y los múltiples trozos
los iba dejando en diferentes papeleras
repartidas por toda la ciudad
para no dejar huellas.
Pero ella que está enamorada de él
va recogiendo los pedacitos de papel
con infinita paciencia
y minuciosamente los pega
para susurrarle al oído
mientras él duerme
cartas de apasionado amor.