El blues de hoy lo hacen los hombres de ayer. Una buena revolución como la de mañana se merece un blues como este de Alvin Lee. Y el que no tenga los blues ni está indignao, ni está.
Para aquellos negros que hacían blues en las plantaciones de algodón, tener "los azules" era sinónimo de tener ese alma, esa tristeza necesaria para cantarlos. Estar indignao es tener esa alegría-triste-y-precisa para disfrutar esta revolución mundial.