Sobre un poema de Aníbal Núñez
Sí, tras bambalinas de sombrío escenario
estampas varias, misterio de tramoya,
unas sillas vacías y luz cenital,
se ocultan dos mimos
que molturan semillas
rojas de adelfa blanca
en un molinillo de aspas azules,
mientras cubren sus cuerpos con batines
de seda y sangre.
Se transparenta la noche del actor,
su mano ejecutora, pero llega el día.