jueves, 10 de mayo de 2012

Limpios callejones fríos

Uno vuelve de aquel primer amor
sepultado por el dolor que provoca el recuerdo.
Ya la belleza no vuelve,
te apeas en estaciones intermitentes
durante el largo viaje
pero ella no está en ninguna,
ni ella ni ellos ni nadie.
Entre la sal y los hipos
el exagerado calor de las heridas
con sus arropes
adquiere el aire lento y suave de la noche.
Abre cartas la noche
deja sobres de nácar manchados
de ciudad.
Servir para nada
expresa reuniones de hombres sublimes
y aceitunados
que se organizan y matan
en limpios callejones fríos.


290161

Me gusta pelar los pomelos con las manos
y después oler mis dedos. Tu talco azul.