lunes, 8 de octubre de 2012

JANIS JOPLIN. Esto es horrible. Parece que fue ayer y ya han pasado 42 años. Cuarenta y dos años, el pasado día 4 de octubre


Yo también necesito una mano que llevarme al rostro.
Un guante para el tacto que soliviante
el poro del por qué
del que se alimenta el resto de mi carne,
esa pregunta que anda rondándome
hace tiempo
y hace pausas y hace gárgaras el tiempo.

Mi higado de esponja empapado en olvido,
el corazón apretado en esta caja de cofre
que froté bajo el agua de lluvias y tormentas.
Este pechito blanco de enormes mostachones
estas rodillas tensas de pasos inciertos
errantes pies de siempre por calles y ventanas
y alguna que otra pérgola.

Yo también necesito un hombro nuevo
un altar de flores
un masaje de aceites y jazmines
un manojo de hierbas y provisiones
un vereda incierta que me lleve siempre
al sur.
Yo también necesito una alcoba despierta
soleada de lunes de martes y de luz
y un resto de semana de siempre
que tu vengas.

Mi tribu se fue yendo
y los demás se quedaron de traidores
contemplando tu ausencia.