martes, 30 de noviembre de 2010

joe satriani

SATRI PARA LOS AMIGOS

Fina



Una enfermedad estúpida, a la que la ciencia no sabe poner freno, se llevó a mi amiga Fina. Una barquita como esta cogió el sábado 27 de Noviembre en Coníl y se fue a dar un largo paseo. Ella sola, sin compañía, como se dan los buenos paseos. Y nos dejó solos y tristes. Y nos dejó distintos. Desde ese día no somos los mismos. Pero este paseo lo hago yo sola, dijo. Cuídense. Cuiden de mi niño.


sábado, 27 de noviembre de 2010

tarde

Nunca, nunca será tarde
si para amarte yo, me tocas
y si para tocarme
viene un aire cálido
del tacto de tu mano a serenarme.

Ahora que los ciudadanos por fin son poetas






Hay siempre, en definitiva, una esquina del velo que exige expresamente no ser levantada, y piensen lo que quieran los imbéciles, ésta es la condición misma del encantamiento.
-André Breton-

Hoy alguien en un sueño dijo:
ten, en esta garrafa
hay agua limpia, por si toma moho
la del corazón.
-Olvido García Valdés-

Referentes


La cita de André Bretón dice que una esquina del velo exige no ser levantada. Y que cuando tengas moho en el corazón acudas al de Olvido García Valdés que en su garrafa de sueño hay agua limpia. Seguí las instrucciones. Así que me situé en el paisaje y me puse a recorrerlo sin rozar el velo. Respeté la magia, sopena de ser un imbécil bajo las garras de Bretón. Antes de emprender el camino, para que no me echara del sueño Olvido, tomé agua limpia por si durante el trayecto tomaba moho la del corazón. Nada más. Trabajo de poeta amarrado al ocio permanente.

En 1815 Heinrich Stölzel incorpora el mecanismo de pistones a la trompeta. El jazz le debe un güevo. Algunos poetas intentamos incorporar una pieza de jazz al poema. La poesía necesita un soporte de acero: el martillo, el yunque. Fuelle, brasas. Rojo vivo. Un martinete. El metal. Ascuas. La trompeta. Esto no es coreografía estalinista. La poesía que se hizo bajo el realismo socialista es lo peor y lo mejor que hemos hecho como clase: lo mejor porque lo intentamos. Lo peor porque lo hicimos bajo la atenta mirada del estalinismo. Vladimiro (maiakovsky) no lo consiguió. Después de aquel paréntesis, hoy más que nunca, (no es bueno volver con el rabo entre las piernas) buceamos en las piscinas literarias de la burguesía. Nuestros dirigentes obreros proceden de la burguesía, nuestros poetas también. ¿Qué hemos hecho como clase hasta hoy?. Trabajar como hormiguitas idiotas. Nosotros trabajamos para ellos y ellos entran en un dulce trance de contradicciones, producido por el ácido fórmico que obtienen de nosotras. La burguesía sufre contradicciones que sí merecen ser contadas. Sus contradicciones son de calidad; las nuestras, en cambio viven a expensas de las suyas. En nuestro devenir cotidiano, nosotros les proporcionamos los ingredientes y ellos saben cómo digerirlos, darle un orden al desorden espontáneo de todo aquello que les llega del resultado final de su “convivencia” con nosotros. Ellos sí saben contarnos lo que les pasa, y nosotros, perfectos imitadores por tiempo y tradición, perseguimos enternecedoramente sus intensas pasiones. Sus cuidadas emociones se enseñan en la Universidad, de donde sales especialista. Y cuando lo culto se “democratiza”, para los más reacios crean escuelas menores a las que llaman talleres literarios, para que de una vez por todas entendamos practicando, que a estas alturas de la historia ellos han hecho literatura de su vida; y que ese pedigrí, rango, casta o distinción, ya ha alcanzado una altísima cotización en el mercado y mucho prestigio en la sociedad. La suya, pero sobre todo en la nuestra, porque no hay nada más notorio que conseguir el Nóbel con el mono manchado de grasa, o yeso, y que tu vecino del tercero derecha, te espete: “anoche te vimos en la tele”. Los tuyos te reconocen en ellos. Autoestima. Pero tus padres lo que quieren es que logres una buena colocación. En caso de que vayas por libre y “sepas sin saber” te titulan autodidacta, y desde el reconocimiento oficial de tu ignorancia, ya puedes presumir de que eres un ignaro con medalla. Yo, debe ser porque mi inconsciente, históricamente plebeyo, puede más que una hipotética línea dinástica que no me ampara, soy un malísimo alumno, y aunque llevo años imitando el estilo inmaculado del burgués, aprendo poco. Como mucho, para crear clima (atmósfera propicia) imito al burgués escribiendo estas líneas mientras suena un blues del Mississippi cantado por Howlin’ Wolf: The Red Rooster. Sin duda esta es otra lección. O quizá porque soy blanco, hijo de occidente. En ambos casos porque tengo la tripa llena. Importante para poder escribir y escuchar un blues.


El sentir general (incluyendo a los analfabetos funcionales) es que el poema no sirve para nada terrenal. Dicen que es fantasía, un simulacro. Aquello que se le decía a la novia, a la madre. Dicen que la poesía pertenece a ese estado “superior” (¿contemplativo? ¿místico?) donde, con vocación de equilibrista, uno puede mirar el interior de su carne para ver los conductos a través de los que se alimenta el alma. En su descubrimiento uno emplea todas las energías. Allí tan solo hay arterias, venas, epitelios, y puede que en el torrente sanguíneo haya versos, muchos versos, mas es el óxido nítrico el desencadenante de la erección, y el colesterol del infarto. Y en última instancia se trata de follar con corazón y elegancia, esa donde el falo evita su natural redundancia falócrata. Los poetas somos unos tontos sentados. Unos tontos con conciencia estrambótica. La conciencia, ese estado de percepción, que mira más al futuro que al presente y se enfrenta a la realidad fea, triste y sucia. Así que los poetas sabemos cosas que no sirven para nada. Somos unos tontos sentados, y otras unos jodidos provocadores con sangre en la punta de la lengua. Los poetas somos referente moral, para una sociedad que se come los mocos. Los pistones de Heinrich. Como a Pablo de Rokha me duelen los cojones de las medulas categóricas de ser un autodidacta borracho (empapado) del arte de otros. Lenin, emocionado ante el arte “enemigo”, sentía ganas de arrullar a los artistas burgueses, y después se quería cortar la mano con la que los había acariciado.


El poeta escribe versos, que una semana después, no sirven para nada, y un mes antes nadie los necesitaba. En los Estados Unidos, prácticos y eficientes, se les persigue por vagos. Nunca como hasta hoy se había hecho un producto (en venta) de absolutamente todo. En esa “lógica” el producto debe durar tan sólo días, horas, minutos. El uso dado a los tomos de poesía en los últimos 70 años fue adornar librerías de caoba. Algunos pudimos leer poemas al desenvolver el bocadillo de sardinas. Hoy, millones de poemas arden a diario en las factorías de post-producción, y en los balances anuales de beneficios.

Pero el poema te va curando durante todo el viaje, y a la larga, o sea, cuando ya te has muerto, sus toxinas disuelven la carne, pero salvan la memoria, que es una ola inmensa de oxígeno de color azul flotando cerca de las estrellas, dispuesta para ser recogida por los ojos curiosos de nuevos navegantes. Algunos egoístas lo usan para respirar. El poeta sabe que de sus sueños vivirán los hombres futuros. Demasiado largo me lo fiáis, piensan los estresados. En esta vida de rally que llevamos, yo tengo que vivir hoy, dicen. Y la diferencia entre tú y yo, es que ambos estamos solos.

Así que impuestas las condiciones por los papas de siempre, se trata de romper, hacer trizas la palabra. Se escribe para dejar de escribir. El poema debe parar una guerra antes de que estalle. Cambiar el resultado de unas elecciones, que no se han celebrado. Y si le lees un poema a un patrón al segundo siguiente debería darte empleo. Al solicitar la hipoteca, una biografía de poeta debe acelerar su concesión. O la nómina se hace poema o continuaremos perdiendo poder adquisitivo. Mientras, seguiremos aquí en la ciudad dormitorio, todo el tiempo entre ladrillos. Pateando el barrio. Los barrios bajos. Los barrios altos. Los bajos, hechos de palabros. Los altos, de frases hermosas. Las calles sin salidas, de exabruptos y tacos. Las avenidas, de versos luminosos. Las plazas, de retrueques. Y el mercado de la literatura, de Ferias del Libro e ingresos multimillonarios. Los editores también, ya, por fin, pueden financiar las guerras. La vida, dándose forma cada día a sí misma, contempla el extraño, triste y solitario producto en que nos hemos convertido. Esa costra de miel y barro que es la vida, permanentemente maravillada ante nuestras abluciones. Hagamos de la derrota nuestro único triunfo.

La poesía es un eterno dolor de muelas, muelas de las que el alma carece, así que te duele el alma: transparencia de seda para llevar puesta una sombra de agua que nos calme la sed. Y como todo es búsqueda, ambición y deseo, en ese deambular, el alma se transmuta en metafísica; se enrola en las asambleas de afiliados del sindicato y produce en los corazones de los allí asistentes, arrebujados nidos melancólicos hechos con papel y sangre de analíticos debates, intentando demostrar que los tres puntos del convenio están por encima de los versos inmortales de Don Antonio Machado: “Un golpe de ataúd en tierra/ es algo perfectamente serio”. Vano intento. Y si ellos aprueban los textos por amplia mayoría (tenaces bolcheviques) uno aprueba por amplía minoría (absurdo menchevique) saltándose el centralismo democrático, que la poesía se hace con los restos del íntimo naufragio, se hace en soledad o con uno, de la memoria de unos besos, y también “con amor o con odio”, que diría Pavese, pero siempre con la violencia de un salvaje. Que nuestra carne arde quemada por el oxígeno, y en su larga combustión, las llamas precisan ser avivadas para que de ellas nazca el cero, el círculo que elevándose alcance la esfera celeste, en el eterno viaje. Viva la clase obrera. Viva porque ya no cambiará el mundo, el mundo nos va a cambiar a nosotros por la barbarie. Salud, porque con dolor de espaldas no nos moverán.

Esta “larga lista” de contradicciones encontrará su antídoto el día que sepamos hacer matemáticas de izquierdas: si ellos reflexionan, sentémonos a pensar. Diez años trabajando en la construcción evidencian que mi acercamiento a la poesía lo hice para ser práctico. Se trataba de levantar un muro de ladrillos contra su estúpida eficacia. Si como dice García Márquez en su última novela: “el sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor”, a mí después de la derrota tan sólo me queda una moderada actitud cínica, y cuando estas derrotas se me acumulan, al igual que N.Parra, “sonrío a los imbéciles que bajan de los árboles”, y abono feromonas usando como substrato el vaho de la carne, por si alguien quiere atrapar su libidinoso vuelo.

De niño creía que la profesión más dura de todas era la de actor de cine, ya que más tarde o más temprano, al pobre actor le tocaría morir en alguna película, por “orden” del guión. Más tarde supe que en las “pelis” no moría nunca nadie. Me dije: “Entonces tendré que hacer poesía. Alguien debe asesinar a estos fingidores”. Heme aquí, toda una vida intentando matar al actor de cine, que muere para estar vivo en la película siguiente. Yo también interpreto mi papel, con mayor o peor fortuna. Y los poetas somos seres inmortales.


viernes, 26 de noviembre de 2010

considerare

Considerando en suma -que diría (o dice) Vallejo-
la muerte accidental del cuerpo que me porta
o la caries del traje que me viste
accedo triste al cero que me suma
a la masa que dice que me acusa
con su dedo cardinal
resto algarabía a la historia que me llama
y visto la blusa de sudar mañana.

Considerando la adición a anémicas sustancias
dados al vicio los reiterativos dedos de carpos calizos
sempiternas veletas que señalan la hora de mi muerte
sus manecillas tristes y sensoras palpitan digitales
cuando indican la alquimia de la piedra
que yerma amenaza mi frente con un golpe
de minutos turmalina hora gema
el cuarzo azul que en mi cabeza hace sangre pedernal.

Considerando en fin el número aritmético y plano
(geográfico elenco de sobresaltos y tristezas)
que leo y leo a mi amigo Juan a mi amigo Pablo
y también a César
digo
qué vida sin la palabra de ellos
qué puta vida.

Considerando que la vida el tiempo
acarrea errores
y muy poco acierto
lamentando el discurso de mi carne de cisne
o mis plumas de tigre transparente
me dispongo valiente a ser un héroe
un soldado un militante ariete ácido
me adentro en el adentro de las cosas
y soy dispuesto.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Augusto Arana

Signo o seña pista o ruta
garra de garabato pata de pulga
pata de garrapata
pico de loro ojos de búho
cosa coja y redonda caja de hormigas.
Jeroglífico
pico de grifo
diente con diente
sifón de efe
jota de juicio piedra pitera
cero gatera
pita pita gamonita
mano oscura:


miércoles, 24 de noviembre de 2010

El pájaro siempre es un hombre que vuela

En medio de esta luz nadie pasea,
los solitarios ponen crespones negros
dudan de tener otro pecho enamorado
al alcance del dolor del miedo o la ternura
y se trasladan a tocar con la lengua
las alas de polvo de las mariposas
muertas en su vuelo nupcial de primavera.

En medio de esta luz que es ciega y ligera
cárdena la sombra vengativa
pone al azulado hombre común
a jugar con la noche
a exigirle que busque
entre sus prójimos desechos
una lúdica amante con besos de oxígeno
caliente y vengativa
que le salven del horror y del silencio.

martes, 23 de noviembre de 2010

lunes, 22 de noviembre de 2010

Zapatos


Me puse unos zapatos que encontré en la calle.
Reñidos con el hombre me siguieron.
Pacientes a la puerta de casa aguardaron
a otro ser descalzo que yo era.





COMIENZACABA



Comienzacaba después de la tormenta
un ruido de humedad en la paja mojada
que llega desde el campo próximo
y penetra por la ventana abierta de tu casa,
tu casa que es tu casa porque dentro de ella
habita ese dulce olor a paja mojada,
la humedad que deja la tormenta.
Es la hora te dices de bajar a la calle,
caminante de calles o paseante de aceras,
caminas por el barrio, la ciudad queda lejos
se ve a lo lejos la ciudad
y en esta oscura plaza hay abierto un garito
donde tomar una copa dos copas un tercer trago
siempre preciso para acabar el paseo
y regresar al catre con olor a calvario
a humedad que dejara
la tormenta
tu tormenta
la de siempre
la familiar, la que está siempre a tu lado,
la que duerme contigo.

AMOR

Conciliar contigo que el aire que viene
trae esa tormenta que los deseamos
deducir que el viento arrastra la cometa
y no haber decidido de quién es el hilo.

viernes, 19 de noviembre de 2010

OTRO POEMA


El ayuntamiento de Vejer de la Frontera aprobó terminar con el paisaje . Ayer fue noticia en la Televisión, que es la que ordena las noticias, la vida, el salón de casa, los fines de semana: todo lo que “nos sucede” se lo debemos a ella.
Quieren construir un “complejo” hotelero entre “El palmar” y Castilnovo. A 300 metros de la arena. Hasta aquí todo parece responder con el instinto asesino de estos depredadores del paisaje, la vida, el planeta. Los recursos naturales.

Me preocupa. Pero veo normal esta voracidad de pirañas. Forma parte de su naturaleza.
Pero lo que realmente me preocupa son los sectores sociales que quieren oponerse a esa construcción.

¿Cómo piensan oponerse? ¿Con las misma reglas que usa el enemigo, es decir leyes?. No pueden las misma leyes proteger a pobres y ricos. Asesinos y asesinados. No, las leyes protegen a los poderosos, me lo contaba mi bisabuela Irene Estévez. Y a ella su madre. Desde mi tatarabuela, en línea directa.

Hay un método que todo el mundo entiende. Hay un método en todo, dijo el sabio. Una manera de ser. Un comportamiento.
La vida no vale nada si no es para dejar constancia de que es nuestra. Su defensa. Hacen falta poetas. Cobayas. Poetas cobayas. Dispuestos a morir. Por la belleza. Por la vida. Sobran las palabras.
Tan sólo se detendrá esa construcción si los colectivos sociales que se oponen a ella están dispuestos a morir. El enemigo es muy poderoso. Tan solo un número indeterminado de muertes pararan a las máquinas. Lo siento. De lo contrario se van a levantar esas moles.
Y al contrario de lo que piensa la mayoría, la vida no lo es todo en la vida. Todo en la vida es dejar más vida tras de uno. Eso si es la vida. Uno se muere y la vida continua.

Y como dijo Don Antonio: un golpe de ataúd en tierra / es algo perfectamente serio. Machado era él. Más hoy ni siquiera la muerte se la toma en serio alguien: ni los asesinos del paisaje, ni los que dicen defender el litoral.

Demasiada buena educación. Demócratas muy bien educados. En ambos bandos.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

La sombra del poeta es alargada


Dime ¡Oh tú, cántaro que del barro vienes
si en la greda tengo mancha esperando,
una humedad de hueco que me envuelva;
agua, ¿tendré agua que me sumerja?,
sed y sombra, frescor
relajamiento,
¿estaré confortable?.
Yo que ahora vivo en el desierto,
¿seré dentro de mi molde una palmera?.


objetos obsoletos

EL INSERVIBLE ESTADO DE LAS COSAS

martes, 16 de noviembre de 2010

Empecé a sentir cansancio


Empecé a sentir cansancio
y escribí poemas rápidos
que sólo duraban media solución.
Yo quería ser breve
recuperarme
descansar
convalecer.

Era la mejor medicina
para el lector.
Mi salvación.

Empecé a sentir cansancio
sometido a la lectura de mis poemas
por lectores inútiles
que sólo aportaban media solución
o algo menos.

Fue la mejor medicina
para mi escritor.
Ellos al fin consiguieron hacer de mí

Caminos invisibles

Aquí brotan alas,
de pronto se abren pétalos,
allí nevadas soluciones.
En medio de la noche
la voz de un hombre que llama,
la lechuza se defiende con su llanto:
un gemido viscoso deslizándose.
Reposar en tu vientre
tiene el sabor de flores amarillas
cortadas bajo la fría escarcha del invierno.

Llevo años soñando con un paisaje distinto.
En mis manos los nidos cobran vida
se vuelven hormigas y semillas.
Sigo los pasos de naves distintas,
algunas varadas en arenas rojas.
Aunque viva perdido
en el laberinto escondo
alimentos variados, sustento,
los víveres precisos para seguir



cabinas telefónicas

En las cabinas telefónicas
hay misteriosas inscripciones dibujadas con lápiz de
     labios.
Son las últimas palabras de las dulces muchachas rubias
     que con el escote ensangrentado se refugian
     allí para morir.
-Pere Gimferrer-

En las tiendas de mi barrio se esconden
mujeres asustadas.
Con un temblor triste
huyen de maridos celosos y violentos;
compran leche, lejía, escobas,
pan y algunas libros
que luego leen a escondidas
aprendiendo a huir, a soñar que sueñan,
a no cejar en los intentos
y por fin,
aprendiendo a volar, escapan
dejando un rastro de amores amargos,
superada por fin la baba del miedo.


Subiendo por centros gravitatorios
en islas remotas se refugian,
crean grupos fuertemente armados,
conociéndose o tocándose,
amando la huella virgen,
el punto cero de su carne.


En las tiendas de mi barrio
no quedan cabinas telefónicas
pero sí un eco de mujeres
llamándose en la noche.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Para Olga Fernández Dévora

Una bolsa de plástico (con posibilidades de reciclado) conteniendo
dos libros (seis poetas, uno español)
un paquete de tabaco rubio (Nic. 1.1 mg. Alq. 15 mg.)
el contacto con la tinta de unos dedos (el verso)
las notas musicales impresas (un disco L.P. un C.D.)
y todo el celofán que entorcha este día cálido de Noviembre
regalo que la vida me ofrece sintiéndome halagado
mientras ella ante un café como el mío
lee un libro de poemas.

Día que cabe por fin en una bolsa de celulosa
junto a un tango de Adriana Varela
sonando a la vez que suenan las hojas de este otoño

oficio

Arriba y abajo siguiendo mis pasos
o pisando mis huellas
calcé definitivamente
el pie que me acompaña
e hice mi obra con altiva paciencia
rastreando cual apache
los cascos heráldicos de Kafka
por ejemplo
u otros por ejemplos
como De Rokha y muchos más
alguno más llegó hasta mi cuerpo
que respiró la libertad con agallas de anfibio,
o la falta de ella con bífida lengua.

Y soporté hermético y soberbio
al poema caído en medio de mi frente;
que doblegado, abatido, impávido
gravitó dulce y amargo.
Fue reptando como una serpentina animal,
como una hiedra eterna y duradera.
Por todas mis tripas y mis hernias
fue dejando zarpazos de una gravedad
próxima al herido de guerra y su dolor hospitalario.

El poema felino, con enérgico vigor, me ha sometido
durante años. Obligado a pergeñar las heridas a los versos
o la letra a la palabra, he ido atando con hilos de sangre
el amor o la vida, el odio o la muerte,
añadiendo cabo al cabo, zurciendo y repasando
o corrigiendo sus afilados bordes,
así hasta vencerle un poco:
el poco de los genios o de los elfos o de los magos,
la brizna
del que somete a esclavo el remiendo literal,
a plancha el patrón tipográfico
a magistral borrador elegías y loas.

jueves, 11 de noviembre de 2010

puesta de sol fría

Añadir leyenda a esta foto es creer que una puesta de sol en el mes de diciembre puede tener la leyenda de una puesta de sol en el mes de junio y que desde esta perspectiva de las cosas y los edificios que tenía a mi derecha, nunca sería posible. Cosas mías. Hecha la excepción, dejemos al poeta solo. Como siempre.

Remedo

Calco el rostro con técnica surreal
en fino papel sobre el cemento
ignoro detalles de la cal
te apareces fósil o facsímil
te invoco
me inquieres
e interrogas el por qué
cual el deseo que me inspira
sumido en los nescientes misterios.


Reúno tu perfil
aparecen óleos de arenas
contemplo mi obra expuesta
en anímicas pinacotecas
nace el sol
me ahogan las Pandoras
con sus cajas de estragos y quebrantos
al cerrarlas
en su interior se oye el ruido de las olas.


Tu rostro lo difumina el cielo
el oxígeno en su deambular perfecto
tiñe el orden de la memoria
y te recuerdo vagamente
como un pañuelo sobre la arena mojada de la playa.
Ahogándose por turnos
nadadores suicidas se bañaban en un mar de plata.


lunes, 8 de noviembre de 2010

tapete plegable

Muestra di
insinúa o enseña
ten
acaso en la malva trinidad
de un pecado
o en ese triángulo de hilo
mantel donde se dejan
los secretos mensajes
y que van diciéndote
toma
ten
soy una blonda prendida
tal vez en el pubis
acabándose
hilando la sangre
llevándose
en ese molinete de viento
la mortal infancia
dónde fui tan feliz.

Toma este ten
tan sin ti.
Toma:
ven plegándote a mí.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Cuando me puse triste

Preciso descansar de este hueso
que oprime mis virtudes
sabes
tú sabes
que fuiste la primera
en ofuscar mi carne
tensarla en un calibre
fácil
atarla a ti con un sarmiento
verde
que arrancaste de mis venas
cuando me puse triste.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Atraviesa mi miedo

Que se lleve la muerte
una sílaba enorme
una gota de luna
una sombra
mis ojos y mi lengua
pero tú ven
a traviesa el miedo
las arenas
este desierto
lamido por la sombras
atraviesa mi miedo.

Amantes sordos se llaman
se nombran sin palabras
a destiempo reuniéndose.

Doble azul

Doble azul

martes, 2 de noviembre de 2010

Noviembre

Qué pena que no me nombres
ahora que empiezo a desaparecer
de los diccionarios
y ya no soy una palabra
sino un milagro que merodea el agua
de los charcos
el agua de lluvia
gota a gota borrándose
de los labios sedientos.
Ahora que va cayendo lenta
la lluvia como un dibujo antiguo
y la oigo levantarse
entre nubes apagándose con la lentitud
de la belleza que tienen todas las criaturas
que van a morir.
Ahora había que lavarse delante del espejo
comprobar que la carne guarda algún despojo
de sueño irrealizable.
Ahora que la lluvia comienza
acabando por desaparecer.