viernes, 31 de marzo de 2017

Frutos


Sigue el proceso
de las granadas que maduran
y penden del muro, observa
el balanceo del ciprés,....
-Olvido García Valdés-
  
Sigue el proceso de las frutas
que penden de los árboles
alineadas con cierto albur ácrata
frutas furtivas alimentándose
de tu corazón en sombras.

Leyendo a través de su piel
los rayos solares aprenden cuentos:
su zumo de luz agolpándose
en la carne húmeda y templada.

En veredas y caminos
sigue la ruta de frutos silvestres
su zarza de cobre enzarzándose
en otros arbustos próximos.

Mira la mano del que sabe guiarte.

viernes, 24 de marzo de 2017

Las alas encendidas de este minuto

Este hombre que no va conmigo
pero que presiento o sospecho tras de mí
sacando hilvanes de sangre de mi espalda,
se pregunta de qué descosidas cicatrices
nació la palabra ausencia,
la be de ravia,
la uve de libre,
la hache mundana que mira
los pies desnudos,
las alas encendidas de este minuto
que vuela
perdido para siempre
en un sueño que se realiza
cada vez que te miro,
cada vez que te beso o que te abrazo
mientras planchas volubles camisas
o enhebras agujas de saliva
y coses a mi espalda el desorden de la tuya
a las tres de un mañana,
a esa hora tan hermosa
en la que te despiertas para mirarme de nuevo,
como sólo los amantes vuelven
hermosos,
más hermosos que nunca.

Larvas

Tengo una edad provecta, madura y antigua
y soy al margen del hombre, poeta.
Creí que con eso podía conjurar
el maleficio. La capacidad de modificar
la belleza, las cosas de la vida,
su trámite indeleble.

Guardo oscuras crisálidas en cajas de madera.
Futuras mariposas que en invierno
morirán de frío. Algunas revolotean dormidas
junto al calor de bombillas encendidas.
Cuando me siento solo lleno los bolsillos 
de esas oscuras larvas
y siento palpitar el corazón de las mariposas
junto a la soledad de mi sangre.

Una mariposa negra revolotea dentro de mí,
me dicta el poema que jamás escribo.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Casa

Casa de pueblo
te hablo
y en mi recuerdo de ti
tengo
unas pesadas cortinas de tela gris
que caían sobre la luz
y la libertad
y al otro lado estaba el patio
repleto de flores blancas
celindas que revoloteaban caídas
buscando también
la libertad
al otro lado de la luz 
como yo
como yo.

Bodegón

                                   O meu pai, Saturnino Rivero Montero

Moderada naranja
siempre sobre el frutero de barro verde
que a su vez sobre la mesa de madera negra
donde hay un mantel que convalece
en flores y recupera
la luz de una ventana que está próxima
y todo en el zaguán se desvela.

Y así con la mirada recreada
y la boca ardiendo de antiguos sabores
pelo lentamente la naranja con una cuchilla
que me traje de unas operaciones de corcho
en la frontera de Portugal:
aquellas mestas de cernícalos y búhos.

Y como una porción de un tiempo inolvidable
y recuperado
moviéndose entre el paladar y el cielo
de la noche estrellada
las manos me huelen a canela y alacrán.

sábado, 11 de marzo de 2017

Un papelito un clavo una cerilla

……………………………
un papelito, un clavo, una cerilla…
-César Vallejo-

Un papelito un clavo una cerilla
los restos de una noche de escrituras
las sobras de un bochorno de una fiebre
la pregunta que busca coincidencias
con la letra que se niega a ser escrita.

El grito retorcido en cada esquina
de esta casa sin vigas que se mueve
como un barco sin sal en las crujías:
ya no hay luz que clavar en un papel.

Y el hombre sigue navegando
por la palabra impresa
sus restos sus desechos:
un papelito un clavo una cerilla.

martes, 7 de marzo de 2017

El frío rostro de un poema

Estoy en la lectura de varios libros
que amigos escriben y me envían
pensando en sus cosas y sus miedos
me hablan de la vida del hombre 
sus ausencias su falta de coraje
el amor que echan en falta
alguien que les comprenda en su descanso
de mujeres y hombres que aman la palabra.

Y así entre página y página los veo
caminar por sembrados y jardines
pasean melancólicos con versos negros
entre los dientes. Y se frotan las manos
como si en ellas no cupiera
el frío rostro de un poema.

Estoy en la lectura de algunos amigos
aún no he terminado de leerlos.

Carencias

Opinamos de la muerte sin habernos muerto (un estado de ánimo difuso), opinamos de la vida sin haber vivido (un estado de ánimo reflejo), siempre incompletos, nunca sabemos decidirnos.

jueves, 2 de marzo de 2017

Migración

¿Acaso yo, cansado, aburrido y ciego, a estas alturas de la fácil muerte, me incorporo al mercado de la palabra y debo competir por un espacio en el reparto de anexos?, se preguntó el poeta aledaño, dando de comer a una multinacional de versos que repartía egos en la esquina sombría de los notables. ¿Acaso yo? Yo, que no fui si no una llama, que después del fuego dejó impresa su ceniza de sombra sobre las rocas. Una voz quemada y rota, después de que la garganta ahogó su silencio de pánicos.

Qué envidia mirar al cielo y ver pájaros que emigran.