domingo, 18 de septiembre de 2011

Gene Vincent

Dedicatoria

Ya finalizo este libro perfectamente lascivo

hecho con trueques y revoques

repleto y fascinante

que empecé un día que ya no estaba tierno

un día que no tiene memoria

en el recuerdo fatigado de la noche

en las sombras histéricas donde la vida

y la historia se degüellan.

Recuerdo sin amargura lívido o gris

casi sin dolor de muelas

los nombres de ellas y de ellos

nunca fueron importantes los atajos

que recorrimos juntos. Y algunos se fueron

haciendo travesuras o buscando algún remedio

al silencio más blanco de la noche.