Doble
su punta sobre el mantel herético
la
servilleta amable de tela de algodón
deposite
restos de comida limpie sus labios
tersos
degustadores
de manjares
déjela
sola en la mesa dígale adiós
un
hasta luego lleno de secretos
y
cuente mintiendo que estuvo de ágape.
O que celebró una cena de año nuevo.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
lunes, 31 de diciembre de 2012
jueves, 27 de diciembre de 2012
Poeta
Poeta
te noto como pan ácimo
que busca la flama
de un horno de leña
para crecer
dar de sí
un alma blanca
que al paladar recuerde
los rastrojos
el volteo de la tierra
el terrón
los arados salvajes.
La lluvia
de la que se alimentó
aquella semilla
que creció golpeada
por el sudor resuelto
de nuestras espaldas
que tornándose alas
fu abonándo la noche
de cuerpos húmedos
y palabras. De vuelos.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
Blues del alambique
Joaquin. Joaquinito Sabina. Claro. Un blues de vinagre. Y de Rosas.
Hermoso. Y algo decadente. Casi un maestro. De voz añil y orujo de brujas.
Hermoso. Y algo decadente. Casi un maestro. De voz añil y orujo de brujas.
martes, 25 de diciembre de 2012
Cien mil visitas
"Folios Grapados" llegó a las 100.000 visitas. Yo que nunca recibí visitas en la vida real, en esta
virtual me vienen a ver gente desconocida que entran y salen como Perico por su
casa. ¿Quién será Perico? De momento se sabe que tiene casa.
¿Esto qué viene a demostrar? Pues
que hay que ser un ser razonablemente social y relacionarse con otros
congéneres a través de un espejo que refleja una realidad parcial o tonta, o
vete tú a saber quién se esconde detrás del azogue o de la pantalla del monitor,
o bien por otro lado, lo que viene a demostrar es que uno redunda una y otra
vez en las parcelas y los rincones oscuros, las sombras de cada uno de
nosotros, que servirán para conocernos mejor, en esta sociedad dividida en
clases. Dividida en experiencias. O nuestra alma dividida en cachos, como por
ejemplo, “hetero” por un lado y “ónimo” por otro. Heterónimo, ese autor ficticio o pseudoautor o pseudoactor, que es también personaje con aires de seductor, y que parecía que era, cuando otro dentro de él le dictaba un comportamiento con otra voz, con otra alma. Que se lo pregunten a Pessoa, cómo nos sedujo. No confundir con Gabriela Mistral que siempre fue la misma, aunque nombres usó en su contra, para favorecer la escritura, siendo la misma que no otra fuera.
El verso. El Blog. El verso. El lector. El blog. La palabra. El verso. ¿Por dónde van los tiros? Creo que no van por haí los tiros. Por ahí, tal vez. Por la falta ortográfica que estimula nuestro ego, tal vez. El verso. Lo solitario y lo social compaginándose: “Es toda una situación comunitaria la que toma forma a través de la experiencia personal, una palabra pública la que se levanta del lenguaje privado del poeta.” –José Ángel Valente-.
Ambas cosas, o anvas cosas entremezcladas. Claro. Lo ideal. Lo estraño. Lo difícil está en comunicar con otros corazones, decía Quintana. A hurtadillas todos tenemos carne. A escondidas siempre prometemos un beso. Incluso un hueso donde apoyarnos ante la avaricia del bastón que dios usó para maldecirnos en su enorme bendición de dios frustrado. Cien mil. Como si un número fuera el caprichoso deseo de un dios. De un ángel. De un amor. Cien mil, como si eso significara algo. Credibilidad. Ausencia. Reconocimiento. No cedan. No somos mucho más de cien mil. Con la fuerza de un ejército, muchos más. Con la fuerza de un junco recibiremos ostias hasta en el cielo de la boca. Nos gusta sufrir. Flexibles en la ternura y con un corazón generoso, seguiremos siendo una caja. De recuerdos o de muertos, o de Pandoras justificando sus hilos, las cajas siempre son cajas, llenándose de errores o de muertes. El pecho. La caja de resonancia. El eco. Un corazón latiendo en nuestro nombre. Nosotros o los nuestros. Dios mío, que enfermo estabas que obligaste a Vallejo a ser tan humano como un poeta comprometido. Hasta en el cielo de la boca. Las hostias se quedaban pegadas al paladar. Las hostias ante un altar. Las rodillas hincadas. Comulgar con ruedas de molino. Siempre me hizo ilusión tener un cielo en el paladar. ¿A qué sabe el cielo habitado por cien mil ocupas, que entran en su casa de Perico? Tienen un sabor y un saber de muchos, arropados por el miedo. Y siempre habrá un interrogante, un ¿y qué? en ellos. Una pregunta más o menos cobarde. A ser valiente se aprende con suma facilidad. Tan sólo hay que buscar debilidades, minorías, y defenderlas. Causas perdidas. Es ser sinceros. Honestos. Y también onestos. Sin la h de cerradura, que evite escudriñar. No te cierres. Esa puerta entornada, siempre deja una invitación en el aire. Dar la cara que nos muestra el compromiso. El de la acción, que decía Mounier.
El verso. El Blog. El verso. El lector. El blog. La palabra. El verso. ¿Por dónde van los tiros? Creo que no van por haí los tiros. Por ahí, tal vez. Por la falta ortográfica que estimula nuestro ego, tal vez. El verso. Lo solitario y lo social compaginándose: “Es toda una situación comunitaria la que toma forma a través de la experiencia personal, una palabra pública la que se levanta del lenguaje privado del poeta.” –José Ángel Valente-.
Ambas cosas, o anvas cosas entremezcladas. Claro. Lo ideal. Lo estraño. Lo difícil está en comunicar con otros corazones, decía Quintana. A hurtadillas todos tenemos carne. A escondidas siempre prometemos un beso. Incluso un hueso donde apoyarnos ante la avaricia del bastón que dios usó para maldecirnos en su enorme bendición de dios frustrado. Cien mil. Como si un número fuera el caprichoso deseo de un dios. De un ángel. De un amor. Cien mil, como si eso significara algo. Credibilidad. Ausencia. Reconocimiento. No cedan. No somos mucho más de cien mil. Con la fuerza de un ejército, muchos más. Con la fuerza de un junco recibiremos ostias hasta en el cielo de la boca. Nos gusta sufrir. Flexibles en la ternura y con un corazón generoso, seguiremos siendo una caja. De recuerdos o de muertos, o de Pandoras justificando sus hilos, las cajas siempre son cajas, llenándose de errores o de muertes. El pecho. La caja de resonancia. El eco. Un corazón latiendo en nuestro nombre. Nosotros o los nuestros. Dios mío, que enfermo estabas que obligaste a Vallejo a ser tan humano como un poeta comprometido. Hasta en el cielo de la boca. Las hostias se quedaban pegadas al paladar. Las hostias ante un altar. Las rodillas hincadas. Comulgar con ruedas de molino. Siempre me hizo ilusión tener un cielo en el paladar. ¿A qué sabe el cielo habitado por cien mil ocupas, que entran en su casa de Perico? Tienen un sabor y un saber de muchos, arropados por el miedo. Y siempre habrá un interrogante, un ¿y qué? en ellos. Una pregunta más o menos cobarde. A ser valiente se aprende con suma facilidad. Tan sólo hay que buscar debilidades, minorías, y defenderlas. Causas perdidas. Es ser sinceros. Honestos. Y también onestos. Sin la h de cerradura, que evite escudriñar. No te cierres. Esa puerta entornada, siempre deja una invitación en el aire. Dar la cara que nos muestra el compromiso. El de la acción, que decía Mounier.
domingo, 23 de diciembre de 2012
viernes, 21 de diciembre de 2012
Alturas versos multitud
Alturas versos multitud
labio húmedo
otro licor
delicado juego
o como dice Piera:
“la explicación de todos los poemas”
o como digo yo:
esa zona neutra y viscosa que une
las vestimentas con la carne
también llamada sombras
y más tarde tumbas:
el permanente error de la escritura.
jueves, 20 de diciembre de 2012
Crucigrama
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
1 He dicho a todos los amigos que sí que un día iría a verles
2 he dicho a todos los amigos que sí que un día iría a
3 he dicho a todos los amigos que sí que un día iría
4 he dicho a todos los amigos que sí que un día
5 he dicho a todos los amigos que sí que un
6 he dicho a todos los amigos que sí que
7 he dicho a todos los amigos que sí
8 he dicho a todos los amigos que
9 he dicho a todos los amigos
10 he dicho a todos los
11 he dicho a todos
12 he dicho a
13 he dicho
14 he
Silencio
Esto no es un blues, pero qué importa con el agua que está
cayendo.
Con el tiempo, que se avecina. Con la fiesta que nos tienen preparada
los otros. Los que todo lo organizan con nuestro silencio. Ante este
silencio, esto sí puede ser un blues.
silencio, esto sí puede ser un blues.
miércoles, 19 de diciembre de 2012
martes, 18 de diciembre de 2012
El jabón de la noche
Buenos días Babel,
se desnudan en sus orillas las
mujeres
y lavan sus enaguas de lino
con el jabón de la noche.
las aguas bajan mansas
en la ciudad de las lenguas,
y lavan sus enaguas de lino
con el jabón de la noche.
Amaneces Babel,
un dátil de oro se eleva manso
y deja atrás la noche caoba del oasis.
Una palmera de plata
va hundiéndose lenta
en la arena roja y malva del desierto.
un dátil de oro se eleva manso
y deja atrás la noche caoba del oasis.
Una palmera de plata
va hundiéndose lenta
en la arena roja y malva del desierto.
Entre nubes azules de ceniza
despierta un nuevo amanecer
donde todo va olvidándose.
despierta un nuevo amanecer
donde todo va olvidándose.
lunes, 17 de diciembre de 2012
Un blues: Bob Brozman
No es que este triste. Es que estoy con un blues permanente
que me lleva siempre a estar alerta. La tristeza me ayuda a
comprender mejor el entorno. La tristeza siempre es alegre
para mí. Me produce seguridad. Me hace fuerte.
Un blues. Casi la hora. A cinco minutos de un nuevo día.
Tan alegre y tan triste como el de hoy. Tan diferentes.
domingo, 16 de diciembre de 2012
Mar de hierba
Láscibos caballos acuden de la primera cuadra,
del segundo pesebre vienen, con el hambre
del segundo pesebre vienen, con el hambre
de un hombre sin quijada,
recorren con su pie de atleta,
recorren con su pie de atleta,
con su pezuña de roca
los surcos o las semillas
los surcos o las semillas
que en azul discordia confunden
con su troje nutriente,
con su troje nutriente,
con las olas exaltadas
de un disconforme mar.
De la sal de un trigo líquido
se alimentan.
de un disconforme mar.
De la sal de un trigo líquido
se alimentan.
A media luz salieron a mansalva
treinta y tantos caballos de la noche
llevando herraduras de fuego entre las crines
maduras manzanas en los belfos,
sábado, 15 de diciembre de 2012
Empece a notar en la cintura
Empecé a notar en la cintura el
balanceo del mar,
cuando el amanecer era de bohemios
para amantes locos,
cuando el amanecer permanece solo
y alguien abatido se perdió
en el desolado litoral.
Los barcos giraban,
las redes horadaban olas broncas
y los peces huían sombras de plata.
Empecé a notar en la cintura
labios de ola y besos de agua,
allá, en el marino arenal, al alba,
cuando el viento dormía
y mis caderas se iban cubriendo
de amapolas blancas.
Empece a notar en la cintura
el
balanceo del mar,
yo era una barca loca,
abandonada a la deriva, abatida y
triste
en busca de un desgarrador sueño
de náufragos perdidos.
jueves, 13 de diciembre de 2012
Esa audacia feliz de la inocencia
Anoche
follaste con solo medio hombre
un tramo de
mi incapaz
quedó sin
ser recorrido.
Te faltó
esa audacia feliz
de la
inocencia para saber
si dentro
de mí otro habría
digno de
cubrir tu carne,
tu mirada o tus recuerdos,
tu mirada o tus recuerdos,
en ese
instante en el que yo
tan sólo
era un brazo partido
por la
distancia
por los
golpes
por la
humedad
y el frío.
Aún te
necesito
para saber
si soy
un hombre
solitario.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Citas desinteresadas
“No creo en
la clase obrera española. Son payasos alfredolandescos.
Tras cuarenta años sin
ideología obrera, sólo queda la picaresca
y un proletariado chistoso".
-Leopoldo
María Panero- (El País 9 de agosto de 2005)
martes, 11 de diciembre de 2012
Lloro por ti
Este blues ya sonó por aquí. Lo he vuelto a escuchar
por pura nostalgia y me he sonreído.
Tapiman, un grupo catalán, fruto de las distintas
experiencia y fusiones en los años 70 (los grupos
Vértice, OM, Iceberg, etc; con gente de la talla
de Max Sunyer, Tapi y Miguel Ángel Nuñez) haciendo
uno de los mejores blues y en castellano.
Excelente mezcla para entender el debate sobre la
autonomía catalana. Y mi sonrisa de apátrida.
Amado maquillaje
Me ducho. Tomo
café. Cago.
Dudo en
masturbarme, pero me afeito.
El otro me mira
desde el ignorante azogue
tomándome como frágil ejemplo.
Salgo vestido
aunque desnudo a la calle.
La calle cualquiera, la calle de tumultos,
la calle gris, la que me aguarda.
La calle cualquiera, la calle de tumultos,
la calle gris, la que me aguarda.
No llueve, pero
tengo un amante.
Tengo dos amantes. Incluso tengo
un guante azul y un rojo pañuelo,
y una blusa malva con escote de ángel.
Las dos me desnudan ávidas.
Las dos se portan igual, pero se creen distintas.
Incluso jamás me olvidan,
tengo por tanto recuerdos.
Una prefiere el bálsamo de mi sudor
mezclado con el perfume que uso habitualmente,
y así, con los ojos cerrados,
abrazada a mí, dice que se corre.
La otra sujeta mi cabeza entre sus muslos
Tengo dos amantes. Incluso tengo
un guante azul y un rojo pañuelo,
y una blusa malva con escote de ángel.
Las dos me desnudan ávidas.
Las dos se portan igual, pero se creen distintas.
Incluso jamás me olvidan,
tengo por tanto recuerdos.
Una prefiere el bálsamo de mi sudor
mezclado con el perfume que uso habitualmente,
y así, con los ojos cerrados,
abrazada a mí, dice que se corre.
La otra sujeta mi cabeza entre sus muslos
y se
convulsiona mientras susurra
que es la mujer
más feliz del mundo.
Soy el instrumento de sus abismos insondables,
soy la luz que no veré nunca.
Las dos fingen que se mueren.
Las dos fingen.
Soy el instrumento de sus abismos insondables,
soy la luz que no veré nunca.
Las dos fingen que se mueren.
Las dos fingen.
Las dos dicen
que me aman. Las dos me usan.
El placer es una esponjosa sensación
El placer es una esponjosa sensación
que absorbe desde la
sangre
el rito de la pena o de la gloria,
las causas perdidas
el rito de la pena o de la gloria,
las causas perdidas
de tiernos cuerpos abriéndose,
lágrimas blancas que lentamente
van entristeciendo mi abdomen
lágrimas blancas que lentamente
van entristeciendo mi abdomen
de domesticada fiera.
No saben que
follan con un cadáver
de maquillado aspecto.
de maquillado aspecto.
domingo, 9 de diciembre de 2012
Una buena defensa
¿Quién iba a defenderte de los légamos solares,
quién iba a soportarte
si defenderte era implicarse en barros,
tizas negras,
quién iba a soportarte
si defenderte era implicarse en barros,
tizas negras,
era internarse en zonas pantanosas,
soportar tu peso oscuro y terrenal
para sacarte de tierras movedizas?
Acaso la mejor defensa era ocultarte,
esperar que el enemigo se olvidara
Acaso la mejor defensa era ocultarte,
esperar que el enemigo se olvidara
de tu cara, de tu espanto de arcilla
troquelada en pasmo.
Tal vez defenderte era eclipsar tu figura,
poner un póster tuyo en la pared,
hacer pegatinas con tu rostro,
poner un póster tuyo en la pared,
hacer pegatinas con tu rostro,
una buena campaña de publicidad
con un se busca
o publicar todas tus obras,
tu inocente palabra de poeta helado
que siempre quiso anónimos.
Quién iba a defenderte,
¿acaso
supones que eres alguien
por quien jugarse un verso,
un hilo de vida
o tocarse el corazón con el dedo de señalar
te amo?
Citas desinteresadas
Y al cabo llego por fin a la oquedad de tu entrepierna,
donde el libro que eres nunca termina
donde existe ese milagro de flor
que aguarda a ser deshojada por mi lengua.
-Rafael Godoy-
donde el libro que eres nunca termina
donde existe ese milagro de flor
que aguarda a ser deshojada por mi lengua.
-Rafael Godoy-
viernes, 7 de diciembre de 2012
jueves, 6 de diciembre de 2012
Como un amén
Empiezo a asumir tu pérdida
como un asunto de poca importancia.
Como algo natural que sucede por encima
de todas las cosas culinarias, rutinarias.
Creo que te fuiste como un agua dulce
que va mezclándose lentamente con agua de mar.
Lo contemplo todo como un temblor perfecto,
mientras se disuelve la tarde en mi mirada
y el amanecer en tus ojos.
Mientras pasa la vida con un murmullo de pisadas
sobre los humildes guijarros de la vida y de la noche,
y ambos nos pertenecemos,
precisos como un reloj de arena,
solos como el sol. Como un amén.
Como esas rutas invisibles
trazadas en los cielos por las aves.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Rumbo
Golondrinas blancas
que regresaban de África
fueron vistas una
tarde volando sin rumbo,
contaban que
afectadas por una extraña melanina
que olvidó el
mecanismo del color,
la habilidad de la
pincelada,
el dispositivo
geográfico de las regiones.
martes, 4 de diciembre de 2012
Las hojas muertas
No son las doce. Pero esto tampoco es un blues.
A pesar de ser "mano lenta", y con letra del poeta
surrealista francés, Jacques Prévert, sospechoso
trotskista. Con lo majos que somos los sospechosos.
Las hojas muertas:
Las hojas muertas se juntan con el rastrillo,
los recuerdos y las añoranzas también.
Pero mi amor, silencioso y fiel
siempre sonríe y le agradece a la vida.
Yo te amo y eres tan linda.
¿Cómo crees que podría olvidarte?
Pero hay una versión distinta para los ortodoxos, Yves Montand:
http://youtu.be/Xo1C6E7jbPw
Los otros, el innecesario
El pueblo abordado por intransitos civiles,
gente de paisano o alguna percha triste
que viajó sin su traje,
vuelve a dolerse de una plaza interna
con pasado de estatuas,
con reloj riguroso parado en el tiempo.
En los márgenes de sus quejas
soy ese hombre misterioso que vino a visitarme.
Él me contó cosas,
excesivas, numeradas;
pero no me habló de mí,
ni una referencia, ni una alusión.
Así se fue, misterioso,
dejándome sin un atisbo de mi sombra
o una ceniza de mi pena.
El pueblo desbordado vuelve a regresarse,
a sus asuntos, a su perfecta alquimia
donde espesa el silencio de mi total ausencia.
Un innecesario que ronda los templos
donde habitan los otros
me acompaña cada noche,
me aconseja.
gente de paisano o alguna percha triste
que viajó sin su traje,
vuelve a dolerse de una plaza interna
con pasado de estatuas,
con reloj riguroso parado en el tiempo.
En los márgenes de sus quejas
soy ese hombre misterioso que vino a visitarme.
Él me contó cosas,
excesivas, numeradas;
pero no me habló de mí,
ni una referencia, ni una alusión.
Así se fue, misterioso,
dejándome sin un atisbo de mi sombra
o una ceniza de mi pena.
El pueblo desbordado vuelve a regresarse,
a sus asuntos, a su perfecta alquimia
donde espesa el silencio de mi total ausencia.
Un innecesario que ronda los templos
donde habitan los otros
me acompaña cada noche,
me aconseja.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Lejano yo, en la llanura de Ática
Yo
habitaré después de ti
y lo harás tú también sobre la huella
que dejara abierta un reptil, un simio,
esa hembra de león.
Seré un hombre en una plaza
expuesto a las inclemencias del clima,
a este ozono firme y frío.
Erguido como una roca que soporta
el viento azul del norte, la lluvia gris del sur.
Los paseantes verán en mí
el bronce de la futura estatua,
las afiladas garras de la basilisca arpía,
la viperina boca de la mítica gárgola.
Un estático sueño de granito,
una columna de mármol pentélico.
Más cerca de ti que nunca,
lejano yo en la llanura de Ática,
siendo aquel deseo
que nunca tuvo De Chirico.
y lo harás tú también sobre la huella
que dejara abierta un reptil, un simio,
esa hembra de león.
Seré un hombre en una plaza
expuesto a las inclemencias del clima,
a este ozono firme y frío.
Erguido como una roca que soporta
el viento azul del norte, la lluvia gris del sur.
Los paseantes verán en mí
el bronce de la futura estatua,
las afiladas garras de la basilisca arpía,
la viperina boca de la mítica gárgola.
Un estático sueño de granito,
una columna de mármol pentélico.
Más cerca de ti que nunca,
lejano yo en la llanura de Ática,
siendo aquel deseo
que nunca tuvo De Chirico.
sábado, 1 de diciembre de 2012
Tu boca: Julio Cortázar
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como
si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me
basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la
boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca
elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi
mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide
exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me
miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope,
nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre
sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se
encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la
lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene
con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu
pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como
si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia
oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y
terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y
hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar
contra mí como una luna en el agua.
Capítulo 7 de Rayuela
Capítulo 7 de Rayuela
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