martes, 28 de junio de 2011

LOS EXENTOS

Regreso de la piscina y veo que no hay nadie. Parece ser que todo el
mundo está dentro del agua.
Llevo tres días nadando con un manada de anémonas. Dicen que
los poetas podemos.
Les dejo a ustedes un poema de ausencias. De huidas. Vuelvo al agua.

Los exentos de ti de mí o de otros
recalan en la memoria de los pájaros
y desde sus pequeños corazones
se agitan levantando un ala de niebla
en el rudimentario rostro de la ciudad.
Soy un poeta ignorado que lo único
que quiero saber es que existo para saber
porque existir para saber me hace
inservible monótono impertinente.


El día y la noche fueron reemplazados
por un silencio prolongado y líquido
el corazón del pájaro susurro
fue sustituyendo el ruido del viento
por un golpe sordo de alas desplegadas
alejándose de los hombres para siempre.
Desde el circulo polar se elevó un cero.