viernes, 18 de marzo de 2011

COLADA




ella va dejando espumas que purifican el dolor
descubriendo su sangre
lava
mirando el público derrame
del notorio amor celebrado
ya sólo agua clara
en rosa deslizándose.

Higienizada la afrenta
en agua que se acaba
él
solo
descansa.

3 comentarios:

Tomás Rivero dijo...

(((((Creo que nadie se dio cuenta del trabajito que me costó hacer esta foto, metiéndole la cámara bajo las faldas al ciclamen)))))

Sofía Serra dijo...

Sí, yo sí me di cuenta.
Y de la impresionante belleza de este poema que me conmovió cuando lo leí.
Un beso

Tomás Rivero dijo...

Es que tú, Sofía, eres muy benevolente con mis poemas, y a todos les encuentras algo hermoso.

Un beso