lunes, 22 de octubre de 2012

Se tapó el recuerdo con la mano

Se tapó el recuerdo con la mano
para no tener memoria,
introdujo entre sus dedos
la frente pensativa,
la mirada que sienten en la espalda los amantes
cuando se alejan,
y deseoso de la nieve gris del labio que no habla
pero besa,
sumose a los paseos que dan los ancianos
tambaleantes,
perdiéndose en las sombras, en el pasado
amargo,
oportuno
y secreto,
y nadie volvió a molestarle
con silencios llenos de murmullos.



2 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

La intención es buena y el poema, mejor. El título es ya una preciosidad. ¿Sirve taparse el recuerdo con la mano?
Un beso, no sé si por la orilla.

Tomás Rivero dijo...

Debe de ser que uno es muy mayor para soportar silencios llenos de murmullos. Taparse el recuerdo con la mano, protege el recuerdo: para no tener más memoria de lo necesario, o bien para mantener la poca que le queda a uno, en este caso la justa para no olvidar abrocharse el cordón de los zapatos o los corchetes del sujetador.

Además supongo que el poema tiene la obligación (siempre) de ofrecer otras lecturas.

Besos.