martes, 5 de marzo de 2013

La luz debida


La luz hierve debajo de mis párpados
-Antonio Gamoneda-

Intentando encontrar la luz debida
he visto cuerpos ensangrentados en la nieve
flores secas astros apagados
aspas y alfileres.
Intentando que la luz fuera distinta
párpados caídos como nieblas
necesitaban la humedad para no morir
y se cerraban oscuros
sobre si mismo se plegaban.
Como una flor se abrían al día siguiente
para ver el derrumbe de las sombras
la exactitud encendida de los hombres
su final de horas y cenizas.

10 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...


Este poema es de lo mejor que has escrito, me gusta mucho. Besos, Tomás.

Tomás Rivero dijo...

No estoy de acuerdo. Pero si a ti te gusta, a mí también.

Besos, Lola.

Shandy dijo...

Si no supiéramos de la oscuridad no sabríamos de la luz: La Negra Sombra es "Noite e aurora". Pero cita y estrofa final, principio y fin de tu texto, parecen inclinar la balanza hacia la luz: nos conducen a la existencia de la belleza y a la no negación de ella. La belleza tal vez es "La luz debida"? ¿Es un deber ético saber verla?

Besos

Tomás Rivero dijo...

Y si no supiéramos de la luz, ¿nos envolverían las sombras? ¿Es necesaria la sombra para ver la luz? ¿Por qué ambas conviven, o parecen convivir?
La luz debida es la belleza necesaria, y por tanto un deber ético saber verla. Querer verla. La exactitud (la actitud) encendida de los hombres.

Besos, Shandy.

Shandy dijo...

Las palabras "oscuridad" y "luz" pueden utilizarse como metáforas amplias. Pero sí, la luz es necesaria para la existencia de la sombra. La oscuridad total engulle a las sombras, las confina a un submundo donde mueren ausentes y viven dormidas. Siempre es necesaria una grieta para que entren las sombras de la luz.

A.C. dijo...

Volverás vieja sangre
a calentar las sombras y a empujar los corceles.
Conocerán los hombres que la lucha ha empezado
por un escalofrío que verán en las calles.


Este texto es de un poeta mucho mejor que tú, sin ser malo el poema que has rescatado. Tiene buen comienzo. Pero este inicio de este poema es mucho mejor que el tuyo. Y repito, ese poeta era catalán, lo olvidaron y se suicidó en un país europeo. Y era muy bueno y, por supuesto, mejor que tú y que yo.

Tomás Rivero dijo...

Bueno, pues que lo diga Pedro Salinas:

¡Y que trajín, ir, venir
con el amor en volandas,
de los cuerpos a las sombras,
de lo imposible a los labios,
sin parar, sin saber nunca
si es alma de carne o de sombra
de cuerpo lo que besamos,
si es algo! ¡Temblando
de dar cariño a la nada!

¿Y si no fueran las sombras
sombras? ¿Si las sombras fueran
-yo las estrecho, las beso,
me palpitan encendidas
entre los brazos-
como cuerpos finos y delgados,
todos miedosos de carne?

¿Y si hubiese
otra luz más en el mundo
para sacarles a ellas,
cuerpos ya de sombra, otras
sombras más últimas, sueltas
de color, de forma, libres
de sospecha de materia;
y que no se viesen ya
y que hubiera que buscarlas
a ciegas, por entre cielos,
desdeñando ya las otras,
sin escuchar ya las voces
de esos cuerpos disfrazados
de sombras, sobre la tierra?

Muchos besos de luz, Shandy.

Tomás Rivero dijo...

Mejor que yo, me extraña. Sucede que hoy mi humildad comió el pan ácimo de la soberbia y llevo veneno de libros en la piel.

Este también se suicidó. Era catalán, guapo, bebedor, casi rico.. y mejor que tú:

Cuerda

Tú lo has querido,
que te trenzas como un hilo con su hilo
y retuerces la cuerda.
Tanto has atado
que cuando ella se yergue y se escabulle,
a hebras te vas con ella.
Ves que ella coge
una palabra que era tuya y se la da a otro,
y hasta a uno que odias.
Aquel ademán
es el negativo de un gesto tuyo.
Tan lejos y te lo adivinan.
Si te traiciona,
temblarás, pues has dado tu esencia
y un hombre la penetra.
Le has dado placer
para que lo reciba uno que tú
no quieres ganarte.
El postrer jirón
será decirte: "¿Tú que vas de estrecho,
quién eres? ¿Vale más que ella?"

Gabriel Ferrater, claro.

Amando García Nuño dijo...

Con el tiempo, todos -imagino que Gamoneda también- dejamos de intentar encontrar luces, y nos refugiamos en la seguridad de las sombras, en ese derrumbe esperado. Un abrazo

Tomás Rivero dijo...

Yo no. A sí de categórico, si es que un "yo no" puede apartarme del derrumbe. Y Gamoneda tampoco, así de seguro estoy del poeta.

Abrazos, Amando.