miércoles, 6 de febrero de 2013

Puntualidad y niebla

A las nueve de la mañana
te dio el sol en el coño.
A las quince y treinta
había bajado la niebla.
Y una nube blanca
atravesó mis labios.

Al borde de la niebla,
siempre fue al borde de la niebla
donde aprendimos a jugar.
Fue un juego dulce y sin trampas,
un juego sencillo de luces y sombras.
Y afuera la calle era de otros.

6 comentarios:

Shandy dijo...

Certero el rayo de sol. Aunque la niebla parece ser más cómplice para los sutiles juegos amorosos.
La niebla, la niebla... es más envolvente, misteriosa, poética... Difumina ese coño al sol. Buen contraste.

Besos desde la ciudad de la niebla

Tomás Rivero dijo...

El calor templado de la cama caliente. Los cuerpos tiernos y tibios, su vaho de entregas. La niebla los reconcilia. La luz los iguala. Atraviesa sus bocas, las difumina. Y ambos se dan cuenta de que tienen más bocas: el sexo de ambos al sol. Y el sudor frío de la niebla envolviéndolos.

Besos desde mi ciudad de agua, Shandy.

Anónimo dijo...

A cualquier cosa llaman ahora poema

Tomás Rivero dijo...

Pues efectivamente, tienes toda la razón, anónimo. Perdón: Anónimo.

Recuerdo que hace unos mil años empecé a leer a los clásicos y llegué a tu misma conclusión: "A cualquier cosa llaman poema". Yo le quite ese "ahora" tuyo, que me sonaba imperativo,teniendo en cuenta el tiempo transcurrido. Un "ahora" para un clásico es jugar sucio desde mi "después" oportuno. Pero anónimo, perdón: Anónimo, no pienses ni por un momento que yo me estoy comparando con los clásicos, o con los clasicos, que una tilde hace campaña, incluso trovadores clasificados en estanterías. Ya, esto no lo entiendes, pero es que yo introduzco diminutivos para adelgazar el ánimo, perdón: Anónimo. O sí lo entiendes, quien sabe, teniendo en cuenta que eres un anónimo, perdón: Anónimo; y es que el conocimiento es selectivo o clasista (será cabrón el conocimiento) y para saber necesita rostros. Rostros amargos, rostros de carne, rostros o rictus, nombres de sangre. Huesos y vino.

Mas el que tiene valor, eres tú: estar levantado a las 6:19 como si fueras un funcionario del estado en trámites de desaparición (que no de extinción, que no de sofocar fuegos) ponerse el traje de anónimo, perdón: Anónimo, como si fueras un preso, y decir tan poco, ser tan breve y tan melifluo en la crítica. Podías haberte empleado a fondo. Piensa que tal vez podría compartir tu crítica. Gracias por ser tan moderado, tan condescendiente conmigo. La verdad es que el poema no es para tirar cohetes. Pero procuro mejorar. Palabra de honor. Ayúdame un poquito más y no seas tan tímido.

Venga. Saludos cachirulos.

Nuria dijo...

Yendo de soledad en soledad,
pronto a la tentación de la palabra,
qué silencio de niebla entre las manos,
y esa caligrafía temerosa
de haber escrito en negro sobre negro,
de haber escrito en blanco sobre blanco.


Ese es un poema para reflexionar mucho sobre la poesía, sobre la escritura y la vida. Es de un poeta Barcelonés nacido en el 27. Ya viejito. Un gran poeta. Te lo dejo como un poema más.

Tomás Rivero dijo...

Ay! Nuria, ¿a qué ciclo menstrual de la careta corresponde este semblante de cera donde el sol me traspasa y zarandea, me inclina hacia la fosa una sombra que envuelta azul en los harapos, se fragua o se pelea con el índigo mortal de los andróginos?
-¿Calderon de la Barca?-

Quien sabe. Poesía eres tú. Gracias por los nombres, las edades, los traspasos. La información. Quien informa sabe. Quien escucha espera que yo acuda. Ausencias. Las plazas nunca se llenaron del todo. Faltaban poetas. Ahora somos tantos usando la fregona como lápiz... Hay talleres de poesía. Todo brilla. Netol se crece.