martes, 23 de agosto de 2011

Paseo


Se tapó el recuerdo con la mano introdujo entre sus dedos
la mirada que sienten en la espalda los amantes
cuando se alejan
y deseoso de la nieve gris del labio que no habla
pero besa
sumóse a los paseos que dan los ancianos
tambaleantes
perdiéndose en la noche en el pasado
amargo
oportuno
y secreto
y nadie volvió a molestarle
con silencios llenos de murmullos.



2 comentarios:

Carmen dijo...

cuestión de elección ¿o no? eso de besar sin hablar

y por mucho que al final se quede descansando sin nadie que lo moleste lo que transmite es un sentimiento de derrota

me ha recordado el último paseo que hacen los elefantes cuando se encaminan al lugar donde van a morir

un beso

Tomás Rivero dijo...

Ya sabes que no elegimos casi nada, que esa capacidad la perdimos a partir de nuestra necesidad del otro. O de los otros.
Puede que sí, Carmen, puede que sea un viejo que se retira aún joven, buscando al último elefante.
Las sendas son distintas. Tal vez.
Besos.