jueves, 8 de marzo de 2012

Fortuna


Que te venza yo a ti
que abraces tú toda mi pobreza
que mi mano agarre tus ricas propiedades
que posea yo lo único que tienes
que me invada una feliz soledad
cuando lo mío sea tuyo.
Que todo finalice también hoy
para seguir pobre de ti.

4 comentarios:

José Baena dijo...

La victoria y la derrota son tan personales como impuestas. Hay victorias de ausencia y derrotas repletas. Te mueves con soltura en el detalle de lo impreciso, de lo no nombrado. Son tus versos como puntos con hilo transparente a una herida invisible. Pero la sangre, esa sí, se ve...

Tomás Rivero dijo...

Dices muy bien, José. El detalle de lo impreciso. Sí, tengo alma de derrotado en casi todos los frentes y prefiero la derrota, prefiero dar mi sangre que tomar la del otro. Ser generoso evitando decir qué dí o que me llevé, siempre hace que me sienta impreciso en la victoria. Además estoy convencido que nunca hay victorias. El otro siempre "ganó" de ti algo que desconoces.

Un abrazo.

José Baena dijo...

Yo me acabo de ganar esa última frase...me la apunto sin esconderla...Yo sí creo en las victorias, pero no en lo absoluto, así que al ganar, también, en otro frente, se pierde...

Tomás Rivero dijo...

Creo que lo dices con otras palabras, José. Se trata de ganar con generosidad, que creo es al fin y al cabo lo que vienes a decir. Creo.