lunes, 20 de agosto de 2012

Tintas

Todavía la tinta antes de secarse
encerró en su alma húmeda
la tersura blanda de un oculto deseo
que produjo en el hombre
-pronúnciense ellas, o no-
esa sensación vana de pérdida
que a veces promulgan los poetas:
el hombre que al verso sobreviviese.


4 comentarios:

Shandy dijo...

"Sobrevivir", sobrevivir al olvido, trascender la muerte, dejar una semilla o una huella de nuestro paso por "la leve lentitud del tiempo". Ese deseo , manifiesto y expresado, muestra la imperiosa necesidad de aferrarnos a la vida cuando aún estamos vivos.
Sólo desde la vida tiene sentido nuestro afán de permanencia, de no morir. Qué vulnerables nos sentimos y qué frágiles nos sabemos: un retazo de tiempo con escasa conciencia entre dos nadas.

Contra el tiempo que acaba!, vuestro tiempo, dice Pereiro en otros versos Sí, contra el Tiempo implacable - seas Tortuga o seas Conejo, que al fin y al cabo recorren el mismo espacio y tienen un mismo destino-meta-, queremos un antídoto homeopático.
Dice un personaje de Shandy,"Nunca seréis olvido mientras yo pronuncie vuestro nombre" . Y Lois Pereiro lo consiguió. Me emociona ver su nombre, sus versos escritos bajo un puente, al lado de un pequeño río, sus palabras cercanas al fluir de las aguas.

Un beso, Tomás Rivero, suspendido en el tiempo.

Tomás Rivero dijo...

Me gusta, aveces empezar por el final de los comentarios. Son como otro principio, un comienzo distinto. Otra manera de empezar. Así que: un beso Shandy, suspendida también en el tuyo, tu tiempo. Nuestro tiempo.

Nuestro tiempo de insistencia en tantos sitios, en tantas cosas. Nuestro tiempo de insistencia en la palabra. Y permanecer. Permanecer, negarse a morir. Y contra el tiempo implacable, tal vez tengamos un antídoto homeopático, o no, pero tambien ese antídoto sea no curarse de lo que no existe: ¿de qué tiempo venimos? ¿de qué tiempo de quién? Nuestro tiempo. El de todos. El de ninguno. ¿No existe el tiempo por tanto? Y si existe, que hace él, ¿nos mide? El tiempo nos usa, nos usa para permanecer. Así él se mide. Y nosotros somos efímeros. Su existencia, por tanto nos la debe. En deuda con nosotros, el tiempo es nuestro. Más nuestro que de él.

No sé si comencé por el final. O este es el principio.

Besos, Shandy. Besos suspendidos en nuestro tiempo.

Tinta de aterrizaje dijo...

Hay tintas que perduran en las paredes, en los pergaminos.
Nosotros, por ejemplo, dejamos una tinta aquí, en los blogs, que en un momento podría esfumarse bajo el silicio de un servidor.
Que un verso nos sobreviva sin duda conforma a cualquier vivo con inquietud y dignidad. Me gusta esa pintada.

Tomás Rivero dijo...

Nuestra tinta de silicio tal vez un día sea una estrella, titilando en el firmamento. Pero sin querer trascender tanto, me conformo con un comentario que llega hasta este u otro poema. Y así con inquietud, misterio y un poema, vamos sobreviviéndonos.

Tinta, la pintada está junto al río Rato, bajo un puente. Junto a un camino de tierra y paseos de agua.