jueves, 18 de octubre de 2012

Los débiles

Existen los débiles y existen los fuertes.
Siempre me gustaron los débiles.
Me gustaron porque ellos lloraban
sin saber por qué.
Mientras que los fuertes sabían las causas
del llanto de los débiles,
los débiles lloraban.
Siempre preferí a los débiles.



6 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

El poema en sí es de los que calan muy adentro. Qué gran duda! Tantas veces he reflexionado sobre lo que nos es dado a cada uno y nunca pensé en los que lloran como débiles o fuertes. Creo que no hay nada más triste que llorar sin saber.
Besos, como versos.

Tomás Rivero dijo...

En este saber hay mucha ciencia. Me refiero al saber del llanto del que llora y no sabe. Dicen los que saben que lloras por carencias. Uno llora, pero no sabe que tiene carencias. Eres pobre de solemnidad, eso sí, pero no sabes por qué lloras. Pero en cuanto te "avengas" (que no sé que leches quiere decir) los que saben por qué lloras te lo dicen, te dan la receta, unos consejos de como ingerir el brebaje, y te curas de ellas, de las carencias. Y ya, si continuas llorando es una cuestión tuya, que como persona tienes muchos problemas y no te hacen efecto los brebajes para curar carencias. Tela.

Besos, por la niebla.

María Socorro Luis dijo...


Muchas veces lloro sin saber por qué. Es como una necesidad acumulada que se deshace solamente con lágrimas.

Soy muy débil, lo sé.

Un abrazo "fuerte"

Tomás Rivero dijo...

No creas Soco, a lo mejor eres muy fuerte. No tengo claro que llorar sea sinónimo de debilidad. Yo lloro con facilidad, pero en compañía de alguien casi siempre. Para compartir. Si lloro solo es que estoy realmente jodido. Y entonce busco compañía, para compartir.

Eso: un "fuerte" abrazo.

leolo dijo...

Pues yo sé porque lloro y sigo siendo débil. Y cuando me encierro para llorar solo, entonces soy tan débil que no soy.

Pero a veces hay una mano llamando a a la puerta. Y eso basta.

Tomás Rivero dijo...

Eloy, si sabes porque lloras y sigues siendo débil, no dejes que esa mano deje de llamar a la puerta, su llamada es un buen motivo para seguir siendo débil.

Abrazos "fuertes".