jueves, 22 de noviembre de 2012

LÁSCIBO (los tres cubos)

Invento la realidad que existe
y esta existe de otro modo
como existe la luna si la mira un loco.


Todo estaba escrito: amor era el misterio.


Pétalo caído que inspira a los poetas

tan sólo un murmullo tenue de pisadas
sobre la leve grava del sendero.





4 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

A mí me parece enorme esa locura y el misterio del pétalo caído. ¿No te bastan para la inspiración? Diría que te son suficientes.
Un beso fuerte, Tomás.

Shandy dijo...

Hermosa trilogía cúbica o súcuba, o lásciba... tres esdrújulos. Y tres misterios, la luna, el amor y la poesía. Tres distintos en uno sólo. Lo entiendo mejor que el de la Trinidad. A esta mística religiosa me apunto.
Moi bonito el cuadro, me recuerda al mundo de Chagall.

Tomás Rivero dijo...

Para la inspiración sí, Isolda. Para el misterio, no. No puedo, no quiero, que en poesía, se desvelen los misterios. Sirven para construir.

Besos fuertes, Isolda.

Tomás Rivero dijo...

Pues hace usted una buena lectura, lectora Shandy. La trilogía religiosa de los místicos esdrújulos. La Santísima Trinidad haciéndose preguntas.
Yo también me las hago, pero con cierta prudencia, para no levantar el velo.
En el tercer misterio, alguien se aleja. En el segundo, se refugia. En el primero es llevado a la locura, al deseo.

El cuadro se lo compré a una pintora joven y anónima que los iba ofreciendo por los bares a un módico precio. Hace de esto...cien años. Y está sin firmar. Ella era polaca.

Un beso.