martes, 25 de diciembre de 2012

Cien mil visitas

"Folios Grapados" llegó a las 100.000 visitas. Yo que nunca recibí visitas en la vida real, en esta virtual me vienen a ver gente desconocida que entran y salen como Perico por su casa. ¿Quién será Perico? De momento se sabe que tiene casa.
¿Esto qué viene a demostrar? Pues que hay que ser un ser razonablemente social y relacionarse con otros congéneres a través de un espejo que refleja una realidad parcial o tonta, o vete tú a saber quién se esconde detrás del azogue o de la pantalla del monitor, o bien por otro lado, lo que viene a demostrar es que uno redunda una y otra vez en las parcelas y los rincones oscuros, las sombras de cada uno de nosotros, que servirán para conocernos mejor, en esta sociedad dividida en clases. Dividida en experiencias. O nuestra alma dividida en cachos, como por ejemplo, “hetero” por un lado y “ónimo” por otro. Heterónimo, ese autor ficticio o pseudoautor o pseudoactor, que es también personaje con aires de seductor, y que parecía que era, cuando otro dentro de él le dictaba un comportamiento con otra voz, con otra alma. Que se lo pregunten a Pessoa, cómo nos sedujo. No confundir con Gabriela Mistral que siempre fue la misma, aunque nombres usó en su contra, para favorecer la escritura, siendo la misma que no otra fuera.

El verso. El Blog. El verso. El lector. El blog. La palabra. El verso. ¿Por dónde van los tiros? Creo que no van por haí los tiros. Por ahí, tal vez. Por la falta ortográfica que estimula nuestro ego, tal vez. El verso. Lo solitario y lo social compaginándose: “Es toda una situación comunitaria la que toma forma a través de la experiencia personal, una palabra pública la que se levanta del lenguaje privado del poeta.” –José Ángel Valente-.
Ambas cosas, o anvas cosas entremezcladas. Claro. Lo ideal. Lo estraño. Lo difícil está en comunicar con otros corazones, decía Quintana. A hurtadillas todos tenemos carne. A escondidas siempre prometemos un beso. Incluso un hueso donde apoyarnos ante la avaricia del bastón que dios usó para maldecirnos en su enorme bendición de dios frustrado. Cien mil. Como si un número fuera el caprichoso deseo de un dios. De un ángel. De un amor. Cien mil, como si eso significara algo. Credibilidad. Ausencia. Reconocimiento. No cedan. No somos mucho más de cien mil. Con la fuerza de un ejército, muchos más. Con la fuerza de un junco recibiremos ostias hasta en el cielo de la boca. Nos gusta sufrir. Flexibles en la ternura y con un corazón generoso, seguiremos siendo una caja. De recuerdos o de muertos, o de Pandoras justificando sus hilos, las cajas siempre son cajas, llenándose de errores o de muertes. El pecho. La caja de resonancia. El eco. Un corazón latiendo en nuestro nombre. Nosotros o los nuestros. Dios mío, que enfermo estabas que obligaste a Vallejo a ser tan humano como un poeta comprometido. Hasta en el cielo de la boca. Las hostias se quedaban pegadas al paladar. Las hostias ante un altar. Las rodillas hincadas. Comulgar con ruedas de molino. Siempre me hizo ilusión tener un cielo en el paladar. ¿A qué sabe el cielo habitado por cien mil ocupas, que entran en su casa de Perico? Tienen un sabor y un saber de muchos, arropados por el miedo. Y siempre habrá un interrogante, un ¿y qué? en ellos. Una pregunta más o menos cobarde. A ser valiente se aprende con suma facilidad. Tan sólo hay que buscar debilidades, minorías, y defenderlas. Causas perdidas. Es ser sinceros. Honestos. Y también onestos. Sin la h de cerradura, que evite escudriñar. No te cierres. Esa puerta entornada, siempre deja una invitación en el aire. Dar la cara que nos muestra el compromiso. El de la acción, que decía Mounier.

¿A qué hora, pues, vendrán por mi retrato? Vallejo como siempre.



21 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

Creo que solo tienes 10 visitantes, que como yo han venido 10.000 veces jajjaja. Besos y Felices Fiestas.

*L* dijo...

¿Te hace feliz un cómputo de visitas? Hay que ser absurdo...

Si abandonaras esos aires de superioridad y de saberlo todo (y no me vengas con aquello de que los años de aportan sabiduría, pues el alumno joven en muchas ocasiones supera a su maestro al borde de la senectud), más te visitarían, leerían, aprenderían y, quién sabe, incluso comentarían.

Como estamos en tiempos de falsedad y de buenos deseos, haré otro tanto deseándote feliz resto de vida blogueril y que tus visitas se incrementen el doble o el triple de manera que alcances el orgasmo sólo por la ojeada a un contador irreal-virtual, a pesar de que sea porque alguien haya llegado hasta aquí por equivocación (reza, no obstante, para que el contador de visitas no esté beodo perdido y te engañe como a un...... tonto).

Un beso, pequeño cascarrabias (decide tú si llamarlo o no "de Judas").

Fdo: alguien que continúa siendo nada, y sigue siendo nadie. Aunque, con tanto "siendo", va bien la cosa.


Te dejo un regalito musical de "amiga invisible". El jazz viene en forma de concierto completo. Merece la pena. Y, en vivo, ni te cuento:

http://www.youtube.com/watch?v=ED_1eBD9l9w

Tomás Rivero dijo...

Es posible. Ya dije: Se redunda. Tan solo falta saber si siempre eres la misma cuando entras, u otra que tú no eras.

Besos Loli.

Tomás Rivero dijo...

*L*, gracias por todo. Hasta por los velados insultos.

Gracias por el enlace. En muchas ocasiones el jazz no es lo que era.

Saludos.

Luis Sevilla dijo...

Me chifla tu ironía Tomás... :P... aunque debo de ser el escaso que ha pillado un cierto sarcasmo... ¡¡y no entiendo la razón!! :P

Y no lo dudes, vendrán por tu retrato y querrán que sea desnudo... :P:P:P... de alma, por supuesto... ¡mal pensados!! :P

Un abrazo!! :P:P

*L* dijo...

No te he insultado, Tomás. No estés tan susceptible. Sabes que te admiro. Y conoces mi fondo, y hasta mi trasfondo.

Jamie Cullum es un bombazo, un transgresor, un fuera de serie. A mí me gustan las personas que son asi. Que me rompen los esquemas. Pero, ¿sabes? Aún siendo tan "diferente" el muchacho, no se lo tiene para nada creído y es cercano. En el concierto nos hizo partícipes de su buen hacer sin apenas permitirnos aplaudirle.

Te dejo otro enlace. Esta vez es de una versión de otra canción muy conocida. Ni siquiera el vídeo es "normal". Todo es transgresión en él. Toca el piano incluso haciendo el pino puente (en eso se parece a otra que tal baila y que tal me chifla: Tori Amos).


http://www.youtube.com/watch?v=S0z1Mo7O6dE


Déjate de saludos, poeta y mándame, si no te cuesta mucho, un cachibeso. Me gustan más. :)

Tomás Rivero dijo...

Luis, yo tampoco entiendo la razón. Creo saber las causas. En esta entrada es fácil entrever cierta amargura, una clara "autocrítica" cargada de sarcasmo, en tanto la función social del blog y de la literatura, pero... Sobran las palabras.

Un fuerte abrazo, Luis.

Tomás Rivero dijo...

Gracias por tu constante admiración *L*. Gracias por tu interés. Y gracias por tus músicas.

Y ya que soy yo el que te saluda, permíteme que sea también el que decide cómo hacerlo.

Saludos.

*L* dijo...

Bueeeeeeeeeeeeeno, vaaaaaaaaaale. Me quitaré los cueros y dejaré el látigo aparcado por un día.

Ale, salúdame pero cuádrate en condiciones, por favor. ¿A ver cómo tienes de pulidas la hebilla del cinturón y las botas?

Uhmmmmmmm... Correcto. Visto bueno.

:P


Besos. Fierecilla sin domar. :)))

Tomás Rivero dijo...

*L*, a estos "Folios Grapados" se viene, al menos a mí me gustaría que así fuera, a comentar algo de poesía y sus aledaños. Deberías por tanto elegir otros espacios para frivolizar. Te lo agradecería de todo corazón.

*L* dijo...

Oh, mil perdones. Precisamente había elegido una entrada para ¿frivolizar? en la que no se hablaba de poesía, sino de cómputos matemáticos.

Siento ser tan incordio (como de costumbre para ti). Me retiro pues a frivolizar a otros rincones donde se permita la libertad de expresión.

Salud.

Tomás Rivero dijo...

Quedas perdonada. Gracias de nuevo, *L*.

Isolda Wagner dijo...

Después de este pequeño rifirafe y como llego un poco tarde, en verdad en el tiempo, al cómputo, solo quiero decirte, Tomás, que aunque fuera uno solo cien mil veces, tendría una razón de peso para visitarte. Sabes que tienes poemas inmensos; que no siempre salen igual, así que contiuaré viniendo a ver qué tal se te dio el dia. Y por supuesto a disfrutar de tus blues.
Mil besos, por la orilla. ¡Qué digo, cien mil!

Amando García Nuño dijo...

soi Perico, que ando por haí, leyendo tu poesía, tus achazos bersificados. Lo quieras o no, seguiré alimentando el contador.Un abrazo.

Tomás Rivero dijo...

Perdón por el rifirafe, Isolda. Me hace "gracia" que un contador de visitas determine el nivel de lecturas de un blog. Nada más falso. Tiene su ironía. Celebrar pues, esas "visitas" que nunca van a determinar casi nada. Espero no se les ocurra a los de Google poner un contador para saber el nivel de comprensión lectora de los visitantes. En fin..

Gracias por tus lecturas, Isolda. Y por tus palabras de ánimo.

Un beso.

Tomás Rivero dijo...

Pues bien venido, Perico. Esta es tu casa, puedes mirar, leer, coger y oír un blues.
Yo no pienso parar el contador. Espero que lo sigas alimentando. Que corra para adelante o para atrás, es cosa suya. Menos mal que los afectos no se pueden medir con un contador, del tres al cuarto.

Un abrazo, Amando.

Shandy dijo...

Esta Perica te deja la última parte de una Oda a los números:

pero
las cosas existían,
se fugaban
del número,
enloquecían en sus cantidades,
se evaporaban
dejando
su olor o su recuerdo
y quedaban los números vacíos.
Por eso,
para ti
quiero las cosas.
Los números
que se vayan a la cárcel,
que se muevan
en columnas cerradas
procreando
hasta darnos la suma
de la totalidad de infinito
. Para ti sólo quiero
que aquellos
números del camino
te defiendan
y que tú los defiendas.
La cifra semanal de tu salario
se desarrolle hasta cubrir tu pecho.
Y del número 2 en que se enlazan
tu cuerpo y el de la mujer amada
salgan los ojos pares de tus hijos
a contar otra vez
las antiguas estrellas
Y las innumerables
espigas
que llenarán la tierra transformada.

Besos sin contar

Isolda Wagner dijo...

Preciosa la oda a los números, Shandy. Creo que a Neruda le encantaría estar ahí en ese momento.
Besos otra vez a todos los poetas.

Uyuni dijo...

Cualquier número es un vacío. Hasta tú y los 100.000 hijos de San Luis. Ellos ya lo fueron. Tú, péndulo belicoso, en vacío caerás. Búsquedas de vacío, de la nada al salar más omnipresente sólo hay un salto Tomás.

Tomás Rivero dijo...

Perica que entras y sales de esta casa, y que por riscos y balados ramoneas, gracias por los versos del poeta Neruda. Me dan vida y me llenan de alegría. Me alimentan. Me dan fuerza. Sobre todo estos versos:
Para ti sólo quiero
que aquellos
números del camino
te defiendan
y que tú los defiendas.

Para ti, dejo estos versos del mismo poema, que a pesar de no ser uno de mis favoritos, si admiro partes de esa Oda a los números:

Tuvimos, hombre, tiempo
para que nuestra sed
fuera saciándose,
el ancestral deseo
de enumerar las cosas
y sumarlas,
de reducirlas hasta
hacerlas polvo,
arenales de números.

Un beso, Shandy, dos, sin contar.

Tomás Rivero dijo...

Uyuni de Bolivia: Un abrazo de un minuto.

Cierto, cualquier número es un vacío. Los cien mil hijos de San Luis no pudieron con Cádiz. Yo en mi vacío de tiempo busco un ejército de péndulos. Belicosos o no. Depende. Todo depende.

De la nada al salar hay un salto. No seas como la mujer de Lot, no gires la cabeza. No mires lo que dejaste atrás, todo un desierto de sal te persigue. Estatua o péndulo. Tú decides. Ven que te abrace mi péndulo. Espera su llegada y reconcíliate con su filo, no sangrarás.