miércoles, 6 de mayo de 2015

Resumen de unas palabras talladas en unas tablas de piedra (Más tarde se demostraría que eran falsas)

 I

La babosa que anduvo desnuda y lenta,
arrastrándose toda la noche,
dejó reliquias de semen por la alcoba,
un collar de estrellas en tu piel,
un periplo de natas y rescoldos
de éxodo y saliva.
Su baba lubricó nuestro amor lo suficiente
y amarnos nos fue fácil.
Quédate a mi lado
pídeme que no me vaya.
Te quise como se quiere
cuando se quiere siempre.
Un perdón inútil y un tú lo sabes
no me abandones,
ayúdame en los trámites.
Y un hasta luego
repíteme aquel beso
que quiso ser solemne.
La baba se secó y ya me has olvidado.
La babosa jamás ha vuelto.


II

Fue mucho después de haber amado a la babosa
cuando ella se dio cuenta de que nunca podría recuperar
el sentido blando y lechoso del esperma,
su pegajosa temperatura;
el rastro de baba que dejó el gasterópodo en sus labios
la encadenó a la miga blanca humedecida en leche
y en su memoria no hubo sitio para amantes
aunque fuesen hombres con pene de lombriz.




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