jueves, 16 de noviembre de 2017

Dos versiones para un motivo supuestamente irrelevante como el hecho de morir

Demóstenes (Versión de Antonio Gamoneda, 2003)

DEMÓSTENES. Bebido el tósigo, reclinó su cabeza para advertir el momento en que la sustancia se posase en el corazón y así estuvo hasta que ésta se hizo sentir; luego, sollozó una sola vez.

Demóstenes (Versión de Tomás Rivero, 2010)

DEMÓSTENES orador de la Grecia clásica
no se ahogó con los guijarros que usaba
para superar su tartamudez
ni corriendo por la playa frente al mar embravecido.
Elocuente se envenenó
bebiendo la tinta con la que escribía
que era la metafísica de las palabras
el origen de los nombres
la causa de las cosas habitando la carne.

3 comentarios:

jose horacio dijo...

la paz del veneno

jose horacio dijo...

la segunda paz del mismo veneno

TOMÁS RIVERO dijo...

Una paz con tinta siempre será literalmente una paz, y donde queda poco margen para la especulación sobre la teoría de la conveniencia o no del suicidio. Creo.

Salud,Jose.