viernes, 17 de diciembre de 2010

Esta noche pasé frío

Algún día cuando yo no esté
y no pueda perdonarte,
peca con todos
pues sin mí
pecado y perdón no existen.

Peca con todos y perdona tú
mi ausencia de tránsitos y alardes.
Tal vez mi ausencia de viejo perdedor.
Los perdedores siempre hemos sido
buenas personas, eso sí,
con la condición de seguir siendo
unos perdedores.

Algún día cuando yo no esté
me gustaría quererte
como si fueras de tantos
que no fueras de nadie:
una virginidad tensa
en ese peligro
que debe alejarnos para estar cerca,
como las mareas,

jueves, 16 de diciembre de 2010

Tres

No pasa nada
debo o debemos saber
que no pasa nada
sólo he venido a esta tierra
por que fui como todos concebido
en un momento de felicidad de mis padres
que al igual que los vuestros
fornicaron por instinto una noche una tarde
un día espontáneo del mes de abril
en el que ambos se sintieron queridos y bellos.

No pasa nada
así nos comunicamos y reproducimos
los seres humanos.

Más tarde llega la muerte y hace desaparecer
todas las huellas
borra los errores
el tremendo éxito que tuvimos
y en quinientos años –un soplo para la galaxia-
no queda nadie de todo aquello
de aquella noche aquella tarde
en que ambos se sintieron queridos y bellos
y efímeros pasamos a ser
la belleza absurda de la nada.

Fama y dinero

Uno

Mas sacudido por temblorosos tangas
que muchachas desnudas habían abandonado
en las sucias aceras de la ciudad
me dediqué a seguir su rastro
por cafeterías y parques salas de baile y tugurios
con la ilusoria intención de preguntarles
la causa crucial de dicha pérdida
si un accidente fatal del aparejo
o un garrafal dislate del amante.
Pero sobre todo a qué las obligaba
en el futuro dicho olvido
¿tal vez a luchar contra la autoridad?.

Sacudido por livianos tangas
me puse a escribir contra el gobierno
como hace medio siglo hizo
aquel cura poeta y Cardenal (Ernesto)
allá por Nicaragua.


Dos

Pero para luchar contra el gobierno
este ser hizo pesas
se puso fuerte
y en adelante le llamaremos Goliat.

Por diversos motivos
que a la sazón le fueron dados como objetivos
fáciles
creyó que podría ser poeta.

Y se puso a ello con la ilusión de un viejo vate
de aquellos que en un romántico tiempo pasado
llevaban armas o revólveres en la cintura
en el sobaco, junto al bolsillo del bolígrafo,
llamado por algunos bolsillo intelectual
por la cantidad de tinta que soportan
estas faltriqueras sobradas de balas.

Sus primeros versos escritos en una noche vulgar
donde no colaboraron las musas,
ni había estrellas ni melancolía
ni cielo encapotado que prometía lluvia,
decían así:
“amanamano cristal o estragos
de murano tal vez, qué fácil resulta esto
de escribir, a pesar de los pesares,
a pesar de aquellos imbéciles sacerdotes
que relacionaban honradez con ignorancia,
predicaban,
tal vez pensando con el cerebro de reptil
que aún todos portamos cerca de la nuca,
que en la sabiduría todo es malicia”.

Y cuando quiso poner punto y final a todo este
panorama lírico mordaz
triunfó, publicó, se afamó, fue feliz, le dio un infarto.
Cacho cabrón dijeron los amigos
cacho mamón exclamó la editorial.

Y unos energúmenos frailecillos con alas de ángel negro
le llevaron en volandas hasta unas huertas cercanas
donde depositaron su cuerpo para que se alimentaran de él
las higuera los cerezos y un solitario nogal.

Demóstenes orador de la Grecia clásica
no se ahogó con los guijarros que usaba
para superar su tartamudez
ni corriendo por la playa frente al mar embravecido.
Elocuente se envenenó
bebiendo la tinta con la que escribía
que era la metafísica de las palabras
el origen de los nombres
la causa de las cosas.



miércoles, 15 de diciembre de 2010

Pelota de goma

 
Bala de goma (pelota la llaman para quitarle gravedad al tiro) recogida por este que sufre la vida  como si fuera un vidón. Con uve de vida. Que no un suvidón. Y esta ya no sé si va con uve.
Con uve de victoria o con uve de vendetta, esta bala de goma, que mató a alguno-a en la transición que nunca supo contar la Prego, ni el PCE, seamos claro; fue recogida, repito, por este poeta a domicilio, delante o al lado de la prisión de Carabanchel, hoy ruina poética, campo de amapolas, memoria histórica, si es que la memoria sabe de qué está hablando.
Fuimos hasta esa cárcel, en una pantomima a la que acudimos algunos para que soltaran a Don Santiago Carrillo, detenido con peluca para poder soltarlo con peluquín. Todo era peluquín, amiga Prego, en la transición. Así transitamos hoy.
Desde entonces tiene Don el Sr. Santiago. Maldita sea la vida si la vida es la vida. O el vidón.
Ahora la pelota, adorna una estantería de yeso, sobre pedestal de pvc capturado en la playa, y proveniente de una red de pescador que arrojó sus sueños a la mar.
Qué bonito es el tiempo que no existe, y perdona al que sí. Al que está. Ese tiempo pendiente de que te descuides, para marcar las horas, los días, los meses. Tiempo. Pregúntenle ustedes la hora a los gorriones. O a mí.

martes, 14 de diciembre de 2010

Agujero negro


Agujero negro, bautizado como "miles davis", en la Galaxia Rosa, a varios minutos años luz. En esta ocasión disfrazado de carnavalito naranja para atraer a curiosas galaxias cercanas y zampárselas de 50 "bocaos". Sin dientes. Por mera succión. Y hasta aquí puedo contar. Poco se sabe de estas carnívoras-caníbales que redundan sólo cuando chupan-muerden. El Universo está hasta el gorro (el de ganchillo con estrellas) de este tipo de agujero que se ríe de la física y de la poesía. Fue vista, en un despiste desde el observatorio del sultan Jai Singh (Jaipur, Delhi). Para poder ver las fotos del observatorio, acudir a esta dirección: http://bibliotecaignoria.blogspot.com/2008/07/julio-cortzar-prosa-del-observatorio.html. Para poder ver a Cortázar, enviar señales de humo con los cronopios, esos seres verdes y húmedos, ingenuos y desordenados. A lo mejor, en un despite, aparece.

cinamomos

En medio de esta luz nadie pasea,
los solitarios ponen crespones negros
dudan de tener otro pecho enamorado
al alcance del dolor del miedo o la ternura
y se trasladan a tocar con la lengua
las alas de polvo de las mariposas
muertas en su vuelo nupcial de primavera.

En medio de esta luz que es ciega y ligera
cárdena la sombra vengativa
pone al azulado hombre común
a jugar con la noche
a exigirle que busque
entre sus prójimos desechos
una lúdica amante con besos de oxígeno
caliente y vengativa
que le salven del horror y del silencio.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Degustación

A esa hora en la que degustamos un café
en nuestra cafetería favorita
al calor de sus acogedoras mesas y sillas
y al suave bullicio del local
(ambiente que nos hizo coincidir
para poner término a nuestra relación
cogidos de las manos
y alguna duda en nuestros corazones
de anacoretas en flor)
a esa hora
mientras el reloj desatiende a los clientes
volando imparable hacia ninguna parte
manecillas de un tiempo improbable
en un rincón acogedor
coincidiendo con nosotros
un hombre saborea una cerveza
mira fijamente la blanca espuma
la acusa con su dedo índice
no oigo de qué
pero un entrecortado murmullo
sale de sus labios.

Huida hacia adelante (fuga interior con andante)




Había mirado por la ventana repetidas veces
esperando ver en su vértigo,
su vacío, su abismo,
toda la emoción que no había sentido
durante el día,
pero de repente
a punto de conseguirlo,
inexplicablemente
unos hombres
le cubrían la visión


jueves, 2 de diciembre de 2010

bromelia

piña rosa

Más occidental o más ocaso

Subo desde lejanas tierras
donde los ríos corren
casi estancos
hasta la piedra más occidental o más ocaso
y desde ella mi corazón echa alas
llega hasta tu falda
organiza pequeñitos zurcidos con hilo y con dolor
sube y te alcanza donde las hebras son de escarcha
y con seda de tu carne y dedos de mi alma
organiza diminutos entramados
enredadera o hiedra que te escala
penetra en tu elemental vigor
te eleva
te regresa
hasta la piedra más occidental o más ocaso
donde mi corazón yace dormido o quieto
agradecido sueño
entretenido aliento.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

rosa y verde

Lunes

Hoy me pongo a escribir y es lunes
y parece que quisiera retirarme
reunirme o reencontrarme
tal vez aparecerme estar presente
u ocultarme
preso desaparecido en cárceles.

Hoy me pongo a escribir y no es lunes
y no se si hago bien en desdecirme
o mal en cobijarme
salir a un exterior de miedos marrones
dónde sólo soy barro soplado por un dios
ocioso y vengativo
amo de aquél paradisíaco Edén.


Mensaje en una botella de corcho




Yo soy un invisible. Tú eres una invisible. Catorce millones de obreros de este país son invisibles, creo que lo sabes, o te haces la tonta, o como si fueras hombre, incluso el tonto, para seguir con una venda en los ojitos que no le hace ningún favor a la poesía. Amas a la Pizarnik, tal vez a poetas de otras tierras, a Edmundo De Ory, a fulano de tal, a perico de los palotes. Pues si es verdad tu amor por ella, por él, por tantos, ama lo que ellos amaron. Busca qué le dolía a la Pizarnik. Murió en nombre de los invisibles que poblamos la Tierra. Un planeta que se llama Tierra, ¿no te llama la atención? Tierra. Agua. Barro. Formas. Nos vamos dando forma. Tú a mí, yo a ti. Ni tú ni yo tenemos la misma forma desde que compartimos. Desde que compartimos. Hoy soy otro por decir palabras nuevas. Para ti. Para el viento del sur. Para esta primavera disfrazada de otoño. Estas palabras que son agua y barro. Formas. Pasa el tiempo y sigo sin saber qué hacer contigo. Con el comité central. Con los girasoles, que no dejan de joder con la pelota: girando en torno a un sol sin portería. Y quiero vivir ignorando las formas que te dan nombre. Siempre te quiero. A pesar de ti. De mí. A pesar de los dos. A pesar de que es imposible amar. Fin del mensaje. Acaba la historia. Todo se recicla. Somos eternos. Cenizas por tanto. El soplo frío de un dios enfermo.

martes, 30 de noviembre de 2010

joe satriani

SATRI PARA LOS AMIGOS

Fina



Una enfermedad estúpida, a la que la ciencia no sabe poner freno, se llevó a mi amiga Fina. Una barquita como esta cogió el sábado 27 de Noviembre en Coníl y se fue a dar un largo paseo. Ella sola, sin compañía, como se dan los buenos paseos. Y nos dejó solos y tristes. Y nos dejó distintos. Desde ese día no somos los mismos. Pero este paseo lo hago yo sola, dijo. Cuídense. Cuiden de mi niño.


sábado, 27 de noviembre de 2010

tarde

Nunca, nunca será tarde
si para amarte yo, me tocas
y si para tocarme
viene un aire cálido
del tacto de tu mano a serenarme.

Ahora que los ciudadanos por fin son poetas






Hay siempre, en definitiva, una esquina del velo que exige expresamente no ser levantada, y piensen lo que quieran los imbéciles, ésta es la condición misma del encantamiento.
-André Breton-

Hoy alguien en un sueño dijo:
ten, en esta garrafa
hay agua limpia, por si toma moho
la del corazón.
-Olvido García Valdés-

Referentes


La cita de André Bretón dice que una esquina del velo exige no ser levantada. Y que cuando tengas moho en el corazón acudas al de Olvido García Valdés que en su garrafa de sueño hay agua limpia. Seguí las instrucciones. Así que me situé en el paisaje y me puse a recorrerlo sin rozar el velo. Respeté la magia, sopena de ser un imbécil bajo las garras de Bretón. Antes de emprender el camino, para que no me echara del sueño Olvido, tomé agua limpia por si durante el trayecto tomaba moho la del corazón. Nada más. Trabajo de poeta amarrado al ocio permanente.

En 1815 Heinrich Stölzel incorpora el mecanismo de pistones a la trompeta. El jazz le debe un güevo. Algunos poetas intentamos incorporar una pieza de jazz al poema. La poesía necesita un soporte de acero: el martillo, el yunque. Fuelle, brasas. Rojo vivo. Un martinete. El metal. Ascuas. La trompeta. Esto no es coreografía estalinista. La poesía que se hizo bajo el realismo socialista es lo peor y lo mejor que hemos hecho como clase: lo mejor porque lo intentamos. Lo peor porque lo hicimos bajo la atenta mirada del estalinismo. Vladimiro (maiakovsky) no lo consiguió. Después de aquel paréntesis, hoy más que nunca, (no es bueno volver con el rabo entre las piernas) buceamos en las piscinas literarias de la burguesía. Nuestros dirigentes obreros proceden de la burguesía, nuestros poetas también. ¿Qué hemos hecho como clase hasta hoy?. Trabajar como hormiguitas idiotas. Nosotros trabajamos para ellos y ellos entran en un dulce trance de contradicciones, producido por el ácido fórmico que obtienen de nosotras. La burguesía sufre contradicciones que sí merecen ser contadas. Sus contradicciones son de calidad; las nuestras, en cambio viven a expensas de las suyas. En nuestro devenir cotidiano, nosotros les proporcionamos los ingredientes y ellos saben cómo digerirlos, darle un orden al desorden espontáneo de todo aquello que les llega del resultado final de su “convivencia” con nosotros. Ellos sí saben contarnos lo que les pasa, y nosotros, perfectos imitadores por tiempo y tradición, perseguimos enternecedoramente sus intensas pasiones. Sus cuidadas emociones se enseñan en la Universidad, de donde sales especialista. Y cuando lo culto se “democratiza”, para los más reacios crean escuelas menores a las que llaman talleres literarios, para que de una vez por todas entendamos practicando, que a estas alturas de la historia ellos han hecho literatura de su vida; y que ese pedigrí, rango, casta o distinción, ya ha alcanzado una altísima cotización en el mercado y mucho prestigio en la sociedad. La suya, pero sobre todo en la nuestra, porque no hay nada más notorio que conseguir el Nóbel con el mono manchado de grasa, o yeso, y que tu vecino del tercero derecha, te espete: “anoche te vimos en la tele”. Los tuyos te reconocen en ellos. Autoestima. Pero tus padres lo que quieren es que logres una buena colocación. En caso de que vayas por libre y “sepas sin saber” te titulan autodidacta, y desde el reconocimiento oficial de tu ignorancia, ya puedes presumir de que eres un ignaro con medalla. Yo, debe ser porque mi inconsciente, históricamente plebeyo, puede más que una hipotética línea dinástica que no me ampara, soy un malísimo alumno, y aunque llevo años imitando el estilo inmaculado del burgués, aprendo poco. Como mucho, para crear clima (atmósfera propicia) imito al burgués escribiendo estas líneas mientras suena un blues del Mississippi cantado por Howlin’ Wolf: The Red Rooster. Sin duda esta es otra lección. O quizá porque soy blanco, hijo de occidente. En ambos casos porque tengo la tripa llena. Importante para poder escribir y escuchar un blues.


El sentir general (incluyendo a los analfabetos funcionales) es que el poema no sirve para nada terrenal. Dicen que es fantasía, un simulacro. Aquello que se le decía a la novia, a la madre. Dicen que la poesía pertenece a ese estado “superior” (¿contemplativo? ¿místico?) donde, con vocación de equilibrista, uno puede mirar el interior de su carne para ver los conductos a través de los que se alimenta el alma. En su descubrimiento uno emplea todas las energías. Allí tan solo hay arterias, venas, epitelios, y puede que en el torrente sanguíneo haya versos, muchos versos, mas es el óxido nítrico el desencadenante de la erección, y el colesterol del infarto. Y en última instancia se trata de follar con corazón y elegancia, esa donde el falo evita su natural redundancia falócrata. Los poetas somos unos tontos sentados. Unos tontos con conciencia estrambótica. La conciencia, ese estado de percepción, que mira más al futuro que al presente y se enfrenta a la realidad fea, triste y sucia. Así que los poetas sabemos cosas que no sirven para nada. Somos unos tontos sentados, y otras unos jodidos provocadores con sangre en la punta de la lengua. Los poetas somos referente moral, para una sociedad que se come los mocos. Los pistones de Heinrich. Como a Pablo de Rokha me duelen los cojones de las medulas categóricas de ser un autodidacta borracho (empapado) del arte de otros. Lenin, emocionado ante el arte “enemigo”, sentía ganas de arrullar a los artistas burgueses, y después se quería cortar la mano con la que los había acariciado.


El poeta escribe versos, que una semana después, no sirven para nada, y un mes antes nadie los necesitaba. En los Estados Unidos, prácticos y eficientes, se les persigue por vagos. Nunca como hasta hoy se había hecho un producto (en venta) de absolutamente todo. En esa “lógica” el producto debe durar tan sólo días, horas, minutos. El uso dado a los tomos de poesía en los últimos 70 años fue adornar librerías de caoba. Algunos pudimos leer poemas al desenvolver el bocadillo de sardinas. Hoy, millones de poemas arden a diario en las factorías de post-producción, y en los balances anuales de beneficios.

Pero el poema te va curando durante todo el viaje, y a la larga, o sea, cuando ya te has muerto, sus toxinas disuelven la carne, pero salvan la memoria, que es una ola inmensa de oxígeno de color azul flotando cerca de las estrellas, dispuesta para ser recogida por los ojos curiosos de nuevos navegantes. Algunos egoístas lo usan para respirar. El poeta sabe que de sus sueños vivirán los hombres futuros. Demasiado largo me lo fiáis, piensan los estresados. En esta vida de rally que llevamos, yo tengo que vivir hoy, dicen. Y la diferencia entre tú y yo, es que ambos estamos solos.

Así que impuestas las condiciones por los papas de siempre, se trata de romper, hacer trizas la palabra. Se escribe para dejar de escribir. El poema debe parar una guerra antes de que estalle. Cambiar el resultado de unas elecciones, que no se han celebrado. Y si le lees un poema a un patrón al segundo siguiente debería darte empleo. Al solicitar la hipoteca, una biografía de poeta debe acelerar su concesión. O la nómina se hace poema o continuaremos perdiendo poder adquisitivo. Mientras, seguiremos aquí en la ciudad dormitorio, todo el tiempo entre ladrillos. Pateando el barrio. Los barrios bajos. Los barrios altos. Los bajos, hechos de palabros. Los altos, de frases hermosas. Las calles sin salidas, de exabruptos y tacos. Las avenidas, de versos luminosos. Las plazas, de retrueques. Y el mercado de la literatura, de Ferias del Libro e ingresos multimillonarios. Los editores también, ya, por fin, pueden financiar las guerras. La vida, dándose forma cada día a sí misma, contempla el extraño, triste y solitario producto en que nos hemos convertido. Esa costra de miel y barro que es la vida, permanentemente maravillada ante nuestras abluciones. Hagamos de la derrota nuestro único triunfo.

La poesía es un eterno dolor de muelas, muelas de las que el alma carece, así que te duele el alma: transparencia de seda para llevar puesta una sombra de agua que nos calme la sed. Y como todo es búsqueda, ambición y deseo, en ese deambular, el alma se transmuta en metafísica; se enrola en las asambleas de afiliados del sindicato y produce en los corazones de los allí asistentes, arrebujados nidos melancólicos hechos con papel y sangre de analíticos debates, intentando demostrar que los tres puntos del convenio están por encima de los versos inmortales de Don Antonio Machado: “Un golpe de ataúd en tierra/ es algo perfectamente serio”. Vano intento. Y si ellos aprueban los textos por amplia mayoría (tenaces bolcheviques) uno aprueba por amplía minoría (absurdo menchevique) saltándose el centralismo democrático, que la poesía se hace con los restos del íntimo naufragio, se hace en soledad o con uno, de la memoria de unos besos, y también “con amor o con odio”, que diría Pavese, pero siempre con la violencia de un salvaje. Que nuestra carne arde quemada por el oxígeno, y en su larga combustión, las llamas precisan ser avivadas para que de ellas nazca el cero, el círculo que elevándose alcance la esfera celeste, en el eterno viaje. Viva la clase obrera. Viva porque ya no cambiará el mundo, el mundo nos va a cambiar a nosotros por la barbarie. Salud, porque con dolor de espaldas no nos moverán.

Esta “larga lista” de contradicciones encontrará su antídoto el día que sepamos hacer matemáticas de izquierdas: si ellos reflexionan, sentémonos a pensar. Diez años trabajando en la construcción evidencian que mi acercamiento a la poesía lo hice para ser práctico. Se trataba de levantar un muro de ladrillos contra su estúpida eficacia. Si como dice García Márquez en su última novela: “el sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor”, a mí después de la derrota tan sólo me queda una moderada actitud cínica, y cuando estas derrotas se me acumulan, al igual que N.Parra, “sonrío a los imbéciles que bajan de los árboles”, y abono feromonas usando como substrato el vaho de la carne, por si alguien quiere atrapar su libidinoso vuelo.

De niño creía que la profesión más dura de todas era la de actor de cine, ya que más tarde o más temprano, al pobre actor le tocaría morir en alguna película, por “orden” del guión. Más tarde supe que en las “pelis” no moría nunca nadie. Me dije: “Entonces tendré que hacer poesía. Alguien debe asesinar a estos fingidores”. Heme aquí, toda una vida intentando matar al actor de cine, que muere para estar vivo en la película siguiente. Yo también interpreto mi papel, con mayor o peor fortuna. Y los poetas somos seres inmortales.


viernes, 26 de noviembre de 2010

considerare

Considerando en suma -que diría (o dice) Vallejo-
la muerte accidental del cuerpo que me porta
o la caries del traje que me viste
accedo triste al cero que me suma
a la masa que dice que me acusa
con su dedo cardinal
resto algarabía a la historia que me llama
y visto la blusa de sudar mañana.

Considerando la adición a anémicas sustancias
dados al vicio los reiterativos dedos de carpos calizos
sempiternas veletas que señalan la hora de mi muerte
sus manecillas tristes y sensoras palpitan digitales
cuando indican la alquimia de la piedra
que yerma amenaza mi frente con un golpe
de minutos turmalina hora gema
el cuarzo azul que en mi cabeza hace sangre pedernal.

Considerando en fin el número aritmético y plano
(geográfico elenco de sobresaltos y tristezas)
que leo y leo a mi amigo Juan a mi amigo Pablo
y también a César
digo
qué vida sin la palabra de ellos
qué puta vida.

Considerando que la vida el tiempo
acarrea errores
y muy poco acierto
lamentando el discurso de mi carne de cisne
o mis plumas de tigre transparente
me dispongo valiente a ser un héroe
un soldado un militante ariete ácido
me adentro en el adentro de las cosas
y soy dispuesto.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Augusto Arana

Signo o seña pista o ruta
garra de garabato pata de pulga
pata de garrapata
pico de loro ojos de búho
cosa coja y redonda caja de hormigas.
Jeroglífico
pico de grifo
diente con diente
sifón de efe
jota de juicio piedra pitera
cero gatera
pita pita gamonita
mano oscura:


miércoles, 24 de noviembre de 2010

El pájaro siempre es un hombre que vuela

En medio de esta luz nadie pasea,
los solitarios ponen crespones negros
dudan de tener otro pecho enamorado
al alcance del dolor del miedo o la ternura
y se trasladan a tocar con la lengua
las alas de polvo de las mariposas
muertas en su vuelo nupcial de primavera.

En medio de esta luz que es ciega y ligera
cárdena la sombra vengativa
pone al azulado hombre común
a jugar con la noche
a exigirle que busque
entre sus prójimos desechos
una lúdica amante con besos de oxígeno
caliente y vengativa
que le salven del horror y del silencio.

martes, 23 de noviembre de 2010

lunes, 22 de noviembre de 2010

Zapatos


Me puse unos zapatos que encontré en la calle.
Reñidos con el hombre me siguieron.
Pacientes a la puerta de casa aguardaron
a otro ser descalzo que yo era.





COMIENZACABA



Comienzacaba después de la tormenta
un ruido de humedad en la paja mojada
que llega desde el campo próximo
y penetra por la ventana abierta de tu casa,
tu casa que es tu casa porque dentro de ella
habita ese dulce olor a paja mojada,
la humedad que deja la tormenta.
Es la hora te dices de bajar a la calle,
caminante de calles o paseante de aceras,
caminas por el barrio, la ciudad queda lejos
se ve a lo lejos la ciudad
y en esta oscura plaza hay abierto un garito
donde tomar una copa dos copas un tercer trago
siempre preciso para acabar el paseo
y regresar al catre con olor a calvario
a humedad que dejara
la tormenta
tu tormenta
la de siempre
la familiar, la que está siempre a tu lado,
la que duerme contigo.

AMOR

Conciliar contigo que el aire que viene
trae esa tormenta que los deseamos
deducir que el viento arrastra la cometa
y no haber decidido de quién es el hilo.

viernes, 19 de noviembre de 2010

OTRO POEMA


El ayuntamiento de Vejer de la Frontera aprobó terminar con el paisaje . Ayer fue noticia en la Televisión, que es la que ordena las noticias, la vida, el salón de casa, los fines de semana: todo lo que “nos sucede” se lo debemos a ella.
Quieren construir un “complejo” hotelero entre “El palmar” y Castilnovo. A 300 metros de la arena. Hasta aquí todo parece responder con el instinto asesino de estos depredadores del paisaje, la vida, el planeta. Los recursos naturales.

Me preocupa. Pero veo normal esta voracidad de pirañas. Forma parte de su naturaleza.
Pero lo que realmente me preocupa son los sectores sociales que quieren oponerse a esa construcción.

¿Cómo piensan oponerse? ¿Con las misma reglas que usa el enemigo, es decir leyes?. No pueden las misma leyes proteger a pobres y ricos. Asesinos y asesinados. No, las leyes protegen a los poderosos, me lo contaba mi bisabuela Irene Estévez. Y a ella su madre. Desde mi tatarabuela, en línea directa.

Hay un método que todo el mundo entiende. Hay un método en todo, dijo el sabio. Una manera de ser. Un comportamiento.
La vida no vale nada si no es para dejar constancia de que es nuestra. Su defensa. Hacen falta poetas. Cobayas. Poetas cobayas. Dispuestos a morir. Por la belleza. Por la vida. Sobran las palabras.
Tan sólo se detendrá esa construcción si los colectivos sociales que se oponen a ella están dispuestos a morir. El enemigo es muy poderoso. Tan solo un número indeterminado de muertes pararan a las máquinas. Lo siento. De lo contrario se van a levantar esas moles.
Y al contrario de lo que piensa la mayoría, la vida no lo es todo en la vida. Todo en la vida es dejar más vida tras de uno. Eso si es la vida. Uno se muere y la vida continua.

Y como dijo Don Antonio: un golpe de ataúd en tierra / es algo perfectamente serio. Machado era él. Más hoy ni siquiera la muerte se la toma en serio alguien: ni los asesinos del paisaje, ni los que dicen defender el litoral.

Demasiada buena educación. Demócratas muy bien educados. En ambos bandos.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

La sombra del poeta es alargada


Dime ¡Oh tú, cántaro que del barro vienes
si en la greda tengo mancha esperando,
una humedad de hueco que me envuelva;
agua, ¿tendré agua que me sumerja?,
sed y sombra, frescor
relajamiento,
¿estaré confortable?.
Yo que ahora vivo en el desierto,
¿seré dentro de mi molde una palmera?.


objetos obsoletos

EL INSERVIBLE ESTADO DE LAS COSAS

martes, 16 de noviembre de 2010

Empecé a sentir cansancio


Empecé a sentir cansancio
y escribí poemas rápidos
que sólo duraban media solución.
Yo quería ser breve
recuperarme
descansar
convalecer.

Era la mejor medicina
para el lector.
Mi salvación.

Empecé a sentir cansancio
sometido a la lectura de mis poemas
por lectores inútiles
que sólo aportaban media solución
o algo menos.

Fue la mejor medicina
para mi escritor.
Ellos al fin consiguieron hacer de mí

Caminos invisibles

Aquí brotan alas,
de pronto se abren pétalos,
allí nevadas soluciones.
En medio de la noche
la voz de un hombre que llama,
la lechuza se defiende con su llanto:
un gemido viscoso deslizándose.
Reposar en tu vientre
tiene el sabor de flores amarillas
cortadas bajo la fría escarcha del invierno.

Llevo años soñando con un paisaje distinto.
En mis manos los nidos cobran vida
se vuelven hormigas y semillas.
Sigo los pasos de naves distintas,
algunas varadas en arenas rojas.
Aunque viva perdido
en el laberinto escondo
alimentos variados, sustento,
los víveres precisos para seguir



cabinas telefónicas

En las cabinas telefónicas
hay misteriosas inscripciones dibujadas con lápiz de
     labios.
Son las últimas palabras de las dulces muchachas rubias
     que con el escote ensangrentado se refugian
     allí para morir.
-Pere Gimferrer-

En las tiendas de mi barrio se esconden
mujeres asustadas.
Con un temblor triste
huyen de maridos celosos y violentos;
compran leche, lejía, escobas,
pan y algunas libros
que luego leen a escondidas
aprendiendo a huir, a soñar que sueñan,
a no cejar en los intentos
y por fin,
aprendiendo a volar, escapan
dejando un rastro de amores amargos,
superada por fin la baba del miedo.


Subiendo por centros gravitatorios
en islas remotas se refugian,
crean grupos fuertemente armados,
conociéndose o tocándose,
amando la huella virgen,
el punto cero de su carne.


En las tiendas de mi barrio
no quedan cabinas telefónicas
pero sí un eco de mujeres
llamándose en la noche.