Tengo que cortarme el pelo,
comprarme unos pantalones vaqueros,
adelgazar diez quilos,
sufrir una transformación semejante a la del vampiro,
remar contra corriente para ascender alegres cuestas,
poner un huevo.
Tengo que domar mis instintos,
subir al cielo en ascensor,
robar un sueño para ese hombre que lleva corbata,
consolar a esa niña con tristeza de cristal,
pasarme un rato por casa de un amigo
que me invita a llorar.
Bajar a las canteras a rezar a una piedra.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
jueves, 12 de agosto de 2010
martes, 10 de agosto de 2010
MECANISMO DE UN PENE
Los defenestrados, los inservibles,
los incapaces de ser útiles en esta pocilga
nos sentimos vivos estando nulos;
como ausentes somos precisos
para renuentes artificios de imaginería.
viernes, 6 de agosto de 2010
LUNA LLENA
Como esdrújulas pones imanes en tus sienes
y desde allí orienta la luna su furor de metal
los insuficientes besos que nunca quieres darle.
Inactiva se activa la palabra en tu lengua
de ella parte un tren cargado de palabras
que laxa pronuncias contra el lodo ancestral.
Tu labio leporino abierto a la maldad
oquedad entre dientes cuando el lirio blanco
fue puesto sobre tu carne fogosa y gélida.
Cercana ya la tumba una carta escribiste
con espinas celestes y perfume de rosas
contra el húmero negro que invadió tu tintero.
La muerte tiene aroma de cieno y miel
sabor a un beso dulce que no te dio nadie.
y desde allí orienta la luna su furor de metal
los insuficientes besos que nunca quieres darle.
Inactiva se activa la palabra en tu lengua
de ella parte un tren cargado de palabras
que laxa pronuncias contra el lodo ancestral.
Tu labio leporino abierto a la maldad
oquedad entre dientes cuando el lirio blanco
fue puesto sobre tu carne fogosa y gélida.
Cercana ya la tumba una carta escribiste
con espinas celestes y perfume de rosas
contra el húmero negro que invadió tu tintero.
La muerte tiene aroma de cieno y miel
sabor a un beso dulce que no te dio nadie.
Si te mira la luna debes abandonarte.
Un país sin huellas
Para Ana Rodríguez Lago
Ya no me queda nada.
Apenas aparcado
resumo la noche,
con los ojos cerrados
voy viendo el color negro
en el fondo lejano
de un punto de luz.
Tus ojos me hacen falta
para que dentro de mí
vean
la mirada torva
de sangres irascibles,
este andamio de huesos
que quieren dirigirse sin prisas
a la duda.
Ya no me queda nada.
Una burla extranjera
va vistiendo esta carne
de pétalos de rosa
viejas canciones viejas
y ropa de arrieros.
El jabón de nadie
lavándose conmigo
y ya es nuestra la carne
que tarda en decidirse
si detrás del poema
aun puede haber alguien.
Ya no me queda nada.
Apenas aparcado
resumo la noche,
con los ojos cerrados
voy viendo el color negro
en el fondo lejano
de un punto de luz.
Tus ojos me hacen falta
para que dentro de mí
vean
la mirada torva
de sangres irascibles,
este andamio de huesos
que quieren dirigirse sin prisas
a la duda.
Ya no me queda nada.
Una burla extranjera
va vistiendo esta carne
de pétalos de rosa
viejas canciones viejas
y ropa de arrieros.
El jabón de nadie
lavándose conmigo
y ya es nuestra la carne
que tarda en decidirse
si detrás del poema
aun puede haber alguien.
jueves, 5 de agosto de 2010
Añádase una vela al sol
Añádase una vela al sol
-César Vallejo-
Susurra el sol como una llama eterna
danzando al atardecer
y entre luces y soledad
reconoce su destino universal
de apagado solitario quemándose en la noche.
-César Vallejo-
Susurra el sol como una llama eterna
danzando al atardecer
y entre luces y soledad
reconoce su destino universal
de apagado solitario quemándose en la noche.
miércoles, 4 de agosto de 2010
MISTERIO
Desembolso
Ella comenzó a desnudarse.
La braga te la quito yo, dijo él.
¿Y qué no me quitaste ya
si te doy la vida entera?
Y miró a los ojos del hombre
que allí de pié se mostraba
desamparado, inocente y solo,
despertando en ella, su apagada mirada,
una íntima e insondable tristeza.
Y generosa, volvió a darse a él
para que de nuevo le quitara.
miércoles, 30 de junio de 2010
EXENTOS
Los exentos de ti de mí o de otros
recalan en la memoria de los pájaros
y desde sus pequeños corazones
se agitan levantando un ala de niebla
en el rudimentario rostro de la ciudad
Soy un poeta ignorado que lo único
que quiero saber es que existo para saber
porque existir para saber me hace
inservible monótono impertinente
El día y la noche fueron reemplazados
por un silencio prolongado y líquido
el corazón del pájaro susurro
fue sustituyendo el ruido del viento
por un golpe sordo de alas desplegadas
alejándose de los hombres para siempre
Desde el circulo polar se elevó un cero.
recalan en la memoria de los pájaros
y desde sus pequeños corazones
se agitan levantando un ala de niebla
en el rudimentario rostro de la ciudad
Soy un poeta ignorado que lo único
que quiero saber es que existo para saber
porque existir para saber me hace
inservible monótono impertinente
El día y la noche fueron reemplazados
por un silencio prolongado y líquido
el corazón del pájaro susurro
fue sustituyendo el ruido del viento
por un golpe sordo de alas desplegadas
alejándose de los hombres para siempre
Desde el circulo polar se elevó un cero.
LOS TRES CUBOS
lunes, 28 de junio de 2010
HIBISCO
Yo no nací desnudo, no hubo nada en mi contra,
volaban las abejas sobre flores distintas
bajo la atenta mirada de zorzales y mirlos
y había un rumor tenso de melosos arroyos.
volaban las abejas sobre flores distintas
bajo la atenta mirada de zorzales y mirlos
y había un rumor tenso de melosos arroyos.
EL ORIGEN DEL MUNDO
Te quiero caliente, enferma.
Con fiebre. Enajenada.
Te quiero inútil. Sin fuerzas.
Y quiero tu coño azul
temblando entre mis dedos
cálido y sediento
templado
como un metal noble.
Y si estás ausente y te preciso
será en las arenas
cerca de las playas
que se resignaron
ante la continua tormenta
ante este temporal
de muslos abiertos
ante estas ruinas
dónde mi falo de poeta
pone semen en tu sexo
hinchado y cobarde.
Preciso tus manos en mis testículos
calentando una promesa innoble.

martes, 4 de mayo de 2010
Viva la vulva
Sobre un monte que abandonó Venus
ellos, los otros,
escribieron con tinta
el nombre de una herida.
La nombran
pues diciéndola
la encuentran la hacen suya.
Su nombre dejan otros
sus fechas y su sombra.
Un nombre que jamás tuvieron.
Feliz y Dómine
Qué feliz cuando en tus dominios hay
insectos azules y rojos,
cuando en tus dedos persiste un enjambre
de abejas blancas,
qué feliz eres cuando en mis párpados
se enreda un hilo de nube
y tirando de él bajan ángeles,
qué feliz cuando en ti coinciden
las miradas de la humanidad.
Y ríes. Y siempre eres otra.
insectos azules y rojos,
cuando en tus dedos persiste un enjambre
de abejas blancas,
qué feliz eres cuando en mis párpados
se enreda un hilo de nube
y tirando de él bajan ángeles,
qué feliz cuando en ti coinciden
las miradas de la humanidad.
Y ríes. Y siempre eres otra.
De "Añádase un vela al sol"
Pásale la mano a la tierra
frota los dedos contra el alba
piensa en los rostros que fueron piedra
pídele a la noche un vaso de luz
bebe de las minas el mineral arcano
disfruta con los ojos de cerezas y patios
pon alivios de rabia
sobre muros infranqueables y blancos.
Pásale la mano a la muchacha
por su cintura de aceite
súbela contigo al alto y oscuro desván
donde dormitan todos los recuerdos
ámala junto a viejos juguetes rotos.
Dale de ti ese olor a manzanas
que acumuló tu carne durante años.
Déjale un disfraz de amor y fantasía
una fácil cicatriz que pueda borrar
con la ceniza del último beso
con los recuerdos mudos del ruidoso
júbilo de amar.
frota los dedos contra el alba
piensa en los rostros que fueron piedra
pídele a la noche un vaso de luz
bebe de las minas el mineral arcano
disfruta con los ojos de cerezas y patios
pon alivios de rabia
sobre muros infranqueables y blancos.
Pásale la mano a la muchacha
por su cintura de aceite
súbela contigo al alto y oscuro desván
donde dormitan todos los recuerdos
ámala junto a viejos juguetes rotos.
Dale de ti ese olor a manzanas
que acumuló tu carne durante años.
Déjale un disfraz de amor y fantasía
una fácil cicatriz que pueda borrar
con la ceniza del último beso
con los recuerdos mudos del ruidoso
júbilo de amar.
lunes, 3 de mayo de 2010
De "Eyáculas"
Después de circundar con la punta de la lengua
el órgano sexual de él
ella dislocó el presagio del prepucio
arañando el hombro desnudo del muchacho
e hizo mutis sobre el vello de braille:
su pubis convulso fanático
se conmovió,
selló sus ojos con semen descubierto
en la oscura huella mineral del bálano:
cabeza abultada, glande túrgido y táctil ,
mano, dedos, labios y boca
lengua:
soldadura digital
sobre la carne uncida de su cuerpo.
Y tras el cristal transparente
sólo el aire.
El aire solo de la tarde
en el plexo solar de los muchachos,
donde el prado se extiende,
donde el musgo alardea
de rotos manantiales.
el órgano sexual de él
ella dislocó el presagio del prepucio
arañando el hombro desnudo del muchacho
e hizo mutis sobre el vello de braille:
su pubis convulso fanático
se conmovió,
selló sus ojos con semen descubierto
en la oscura huella mineral del bálano:
cabeza abultada, glande túrgido y táctil ,
mano, dedos, labios y boca
lengua:
soldadura digital
sobre la carne uncida de su cuerpo.
Y tras el cristal transparente
sólo el aire.
El aire solo de la tarde
en el plexo solar de los muchachos,
donde el prado se extiende,
donde el musgo alardea
de rotos manantiales.
De "Huesos de Jibaro"

Republicano dolor
El ácido azul de las antenas
o los arcos triviales
primorosos
de los patios traseros.
El sueño como un arco de plata
tensado por dioses perdidos
bajo selvas sumidas
en los hielos eternos,
o cuando el hombre
sabe que a sus espaldas
se fragua una rendición sin piedad
ni condiciones.
Otro horror blanco y burgués
acogiéndose a la belleza fría
de pérgolas
y azuladas glicinias.
La persistencia de la obsesión
equiparable a ese inolvidable beso frío,
a la caída de la tarde
bajo el perfume que exhalan
los últimos cedros tristes.
Y nosotros presenciando la escena
con los párpados ciegos e inútiles,
bambalinas bellas
que nos protegían del miedo.
El ácido azul de las antenas
o los arcos triviales
primorosos
de los patios traseros.
El sueño como un arco de plata
tensado por dioses perdidos
bajo selvas sumidas
en los hielos eternos,
o cuando el hombre
sabe que a sus espaldas
se fragua una rendición sin piedad
ni condiciones.
Otro horror blanco y burgués
acogiéndose a la belleza fría
de pérgolas
y azuladas glicinias.
La persistencia de la obsesión
equiparable a ese inolvidable beso frío,
a la caída de la tarde
bajo el perfume que exhalan
los últimos cedros tristes.
Y nosotros presenciando la escena
con los párpados ciegos e inútiles,
bambalinas bellas
que nos protegían del miedo.
jueves, 29 de abril de 2010
SIERVO
Que yo sea un siervo
Que yo sea un siervo de la gleba
y que a mí me aten,
y que tú difundas desastres o quiebras personales
con la alegría suficiente y rotunda
como para hacer del disimulo un arte.
Que yo sea vil y pendio, infamante o vílico
más nunca señor de la hacienda y sus enseres;
aspira sus aromas, haz que tu sangre viva
rodeada de mágicos impulsos y nazca de mi carne
el vital hilo de vida que nos ata.
Sea yo, por tanto, un fracasado varón,
tú una sombra hembra o una hembra santa,
yo un mayordomo torpe, tú una fruta quieta
sobre bandeja de plata madurando.
Yo, siempre, un siervo de la gleba.
Que yo sea un siervo de la gleba
y que a mí me aten,
y que tú difundas desastres o quiebras personales
con la alegría suficiente y rotunda
como para hacer del disimulo un arte.
Que yo sea vil y pendio, infamante o vílico
más nunca señor de la hacienda y sus enseres;
aspira sus aromas, haz que tu sangre viva
rodeada de mágicos impulsos y nazca de mi carne
el vital hilo de vida que nos ata.
Sea yo, por tanto, un fracasado varón,
tú una sombra hembra o una hembra santa,
yo un mayordomo torpe, tú una fruta quieta
sobre bandeja de plata madurando.
Yo, siempre, un siervo de la gleba.
martes, 27 de abril de 2010
EL HOMBRE ÁNIMO
El era un habitante de Pangea
era un guerrero pálido
de una tierra febril.
Donde habitó primero sola figura
y dejó luego sólida forma
iba desde el cenit amargo
abandonando su replegada sombra
sobre esfinges y tumultos
estatuas y líquenes de bruñida plata.
Los aires ardientes con furia dejaron su silueta
impresa en piedras
y se inclinó fósil sobre abismos
recorrió como luz placas tectónicas
flotando sobre el fuego
alimentado por encrespados magmas
de violentos volcanes ígneos.
Y fue nieve aquel día que sus ojos
cruzaron el umbral del trópico
condenándose a ser soledad
en la sabana un breve instante
nieve perpetua
un eterno glacial.
era un guerrero pálido
de una tierra febril.
Donde habitó primero sola figura
y dejó luego sólida forma
iba desde el cenit amargo
abandonando su replegada sombra
sobre esfinges y tumultos
estatuas y líquenes de bruñida plata.
Los aires ardientes con furia dejaron su silueta
impresa en piedras
y se inclinó fósil sobre abismos
recorrió como luz placas tectónicas
flotando sobre el fuego
alimentado por encrespados magmas
de violentos volcanes ígneos.
Y fue nieve aquel día que sus ojos
cruzaron el umbral del trópico
condenándose a ser soledad
en la sabana un breve instante
nieve perpetua
un eterno glacial.
EL MÁS TRISTE PÁJARO
Cometa
Los niños jugaban con la cometa,
balanceábase en el azul del cielo
cada vez más alta,
se agitaba, impulsada por el viento.
Desde arriba a través del hilo
bajaba la sangre del más triste pájaro.
Los niños jugaban con la cometa,
balanceábase en el azul del cielo
cada vez más alta,
se agitaba, impulsada por el viento.
Desde arriba a través del hilo
bajaba la sangre del más triste pájaro.
BROMELIA
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