jueves, 9 de junio de 2011

Esas joyas

Diamantes

Corindón o esmeril pedernal
la chaira como una joya
recorre los filos de la carne
magulla y gorgorea
hacia la oreja enfila la aguda punta
a escasos centímetros
quiebra
brevemente merodea
luego acaba hiriendo
donde la sangre brota con un gemido
proveniente de esa zona de la garganta
hecha cuna un instante
hecha cueva de oscuros y silenciosos pasillos
habitáculo donde mora engarzándose
el vital veneno.
Y muere misteriosamente.
Mientras la lengua es purpura
y masculla reflejando
las iras azules del adiós.

2 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

Esta poesía del diamante me da mal rollo como de miedo,no se porqué. Beso.

Tomás Rivero dijo...

Es un crimen premeditado.
Besos.