viernes, 17 de febrero de 2012

El blues

El blues de las tantas se presenta a las cuantas y echa cuentas
para saber a qué mínimos se encuentran nuestras crisis personales,
arrastrándose en la noche, pero también en la siesta,
en las despedidas, o después de un café dónde el amigo
agarró un llanto en nuestro hombro.


En la vida se presentan los blues cuando le dan la gana. Como aquellos buenos
amigos que desaparecieron con la bonanza del capitalismo. Y dejaron de pedirnos
favores, consejos, abrazos.
Este de ahora mismo, este blues, lo elegí para hacer la Revolución en 1976.
Ya sé que casi nadie sabe que en 1976 estuvimos a punto de hacer la Revolución.
No se preocupen. Yo se lo digo a ustedes.
A un ustedes con todas las letras. Y con todo el descaro. Con este blues.
Que no escucharon nunca, carajo. Pobres revoluciones solitarias.
Fragmentadas. Divididas en otras tristes revoluciones pequeñitas.
Enanas. Del tamaño de un dedal. Del tamaño de un dedo personal señalando
a un cuerpo derrumbado en la nieve: aquél que tenga frío
que ponga barricadas en su pecho. Manos desnudas en sus ingles.
Un beso de nubes en los zapatos. Y que vuele con ella, con él, con todos.
Busquen la Revolución ordinaria de su niñez. Su orín templado de sábanas
mojadas. El aro de hierro que rodó un millón por aceras y busquen al niño
difícil y travieso que siempre les quiso ver las bragas. Y llámenlo
Revolución.


Revolución en 1976, que tan sólo tiene un pequeño fallo.
Y es que al elegir este tema de Rory Gallagher como bandera revolucionaria,
Rory aún no lo había parido. Corresponde este tema a su disco "Defender"
grabado en 1987. Y entonces, ya habíamos perdido la Revolución.


2 comentarios:

Ventana indiscreta dijo...

Me gusta ese blues independientemente de si lo has traído por la revolución del 76 o por el capricho indomable del dosmildoce. El blues suena como el cojón relumbrante de un toro al que se los tocan (yo no me atrevo, soy muy miedica).
Habrá que tomarse en serio esta nueva revolución que nos viene y que con la caraja capitalista muy pocos se la toman en serio.
Blues para rayarse los pezones, Tomás, para rayarse el tronco de una extremidad. Para vivir, aunque sea meados.

Besos, hocicador.

Tomás Rivero dijo...

Por el dosmildoce, está claro. Después de lo tarde que llegó Rory.

Ya se lo tomaran en serio. Como se toma en serio el hombre todas las cosas, a toro pasado. Y con los cojones categóricos hundidos en la mierda.

Besos, entrañable.