sábado, 21 de abril de 2012

Escribano

Y yo que soy vano y ordinario
vengo de una hoja caída de un árbol
un otoño cualquiera encerrado en el bosque.
Una hoja que voló arrastrada por frías ráfagas inútiles,
llevada por hombros y cinturas de afanados transeúntes.
Sopla el viento,
un corazón de vendaval a mí me dicta,
y más tarde vendrá otra mañana soleada
y todo será como un número de magia
que pasará imperceptible sin que nadie se dé cuenta.
Y yo que vengo de una hoja caída un otoño cualquiera,
te pregunto:
escribano dime ¿qué vas a decir de mí
cuando mis ojos no te lean?



6 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

Yo de ti escribiría una autobiografía y tus poemas incluidos, para que dejar que el escribano cuente lo que tu sabes mejor que él, y además tus poemas lo dicen todo, no necesitan ningún escribano. Deberías escribirla ya. Te aseguro que yo te compro el libro, y como yo miles. Besos.

Tomás Rivero dijo...

Loli, las autobiografías con poemas incluidos dan una imagen embustera del autor. El poeta siempre miente.

Besos.

Shandy dijo...

Al escribano le leerán otros ojos:

Aunque nadie imprima mis versos,
Si fueron bellos, tendrán hermosura.
Y si son bellos, serán publicados:
Las raíces viven soterradas
Pero las flores al aire libre y a la vista.
Así tiene que ser y nadie ha de impedirlo.
Si muero pronto, oigan esto:
No fui sino un niño que jugaba.


Y te dejo más versos del mismo gran "Finxidor":

No soy igual en lo que digo y escribo.
Cambio, pero no cambio mucho.
El color de las flores no es el mismo bajo el sol
que cuando una nube pasa
o cuando entra la noche
y las flores son color de sombra.
Pero quien mira ve bien que son las mismas flores.
Por eso cuando parezco no estar de acuerdo conmigo
fijaros bien en mí:
si estaba vuelto para la derecha
me volví ahora para la izquierda,
pero soy siempre yo, asentado sobre los mismos pies.
El mismo siempre, gracias al cielo y a la tierra
y a mis ojos y oídos atentos
y a mi clara sencillez de alma.

Besos, Finxidor

Tomás Rivero dijo...

Si yo muriera joven,
sin poder publicar libro alguno,
sin ver la cara que tienen mis versos en letra impresa,
pido que, si quisieran afligirse por mi causa,
que no se aflijan.
Si así ocurrió, así está bien.

Un niño que jugaba. Sí.

Siempre amé a este gran fingidor.

María Socorro Luis dijo...

Los poetas mienten, sí, pero deja su alma entre sus mentiras. Ynevitablemente.

Abrazos de primavera.

TOMÁS RIVERO dijo...

Esta i griega es una bifurcación: Y. Ynevitablente.

Abrazos de primavera.