lunes, 27 de agosto de 2012

Cuando interrumpa lívido

Cuando interrumpa lívido
o perdido,
cuando sea la causa que a ti
te mueve a querer a otros,
cuando mi espanto no tenga límites
y vea cómo te pierdo,
cómo te alejas de mi vida
poco imitable o a tener en cuenta,
cuando eso, que parece parvo, suceda
déjame suicida, poco hecho para la vida,
tan sólo un caso aislado,
lo que te sucedió de manera irremediable
y que ahora puedes corregir
conociendo caras nuevas, seres
que otro pánico arrojen a tus pies,
otros que vengan diversos
a dejarte el don de la palabra,
y que yo sea en todo eso un puro trámite.

4 comentarios:

Ventana indiscreta dijo...

El amor no depende de ti, ni de mí, depende de nosotros. Ser trámite para poder seguir trasmitiendo más amor.
Más no creo que el amor sea un puro trámite, nosotros tal vez.
Y en el amor lo mejor es no salvarse. Los cobardes se salvan.
T.R.

Besos, Tomás.

Tomás Rivero dijo...

Busqué en ambos textos alguna contradicción, y no la hallé.
Mas a pesar de todo, no sería nada malo encontrar alguna que dañara
el “original”, y que le diera una (otra) oportunidad al contrario.

Besos, entrañable.

Isolda Wagner dijo...

No busco nada, pues solo sabe el poeta. Me limito a sentir estos versos que me parecen magníficos. ¡Qué bien escrito ese desgarro!
Valgan los halagos para los dos poemas posteriores, también enormes.
Besos siempre, Tomás.

TOMÁS RIVERO dijo...

Gracias, Isolda. Tus palabras siempre tan reconfortantes.

Un beso.