martes, 14 de agosto de 2012

Necesito hablar con algún transeúnte

Necesito hablar con algún transeúnte,
platicar al oído de un sauce llorón,
necesito comentarle a alguna papelera
desde sus fondos de espanto
que yo también vivo de sobras orgánicas,
o hablar de metafísica abrazado a una farola
que luce sin luz.

Pero a ti te busqué toda la noche,
de avenidas desiertas y calles oscuras,
como un poeta de Hermes perdido en un verso.
Registré los jardines
la flora intestinal de la basura
y me quedé dormido junto a una madreselva.
Me despertó un transeúnte
que como yo viajaba en un barco a la deriva
en medio de la noche, colgado en la tormenta
mientras el asfalto ardía de lava y sal.

Meu amor, miña nena,
necesito hablar con algún transeúnte,
cenar contigo en el palacio de invierno,
pedirle un autógrafo a aquel bolchevique,
que enamorado, hizo una revolución
para conquistar el corazón de su amada.

10 comentarios:

Shandy dijo...

Rivero, pasaba por aquí... y he escuchado con los ojos tu plática de poeta a la deriva. ¿Te sirve esta transeúnte?
Besos, de paso





Anónimo dijo...

Maravilloso

Ventana indiscreta dijo...

La necesidad de hablar con un transeúnte querido y olvidado, también, por ejemplo.

A veces la basura se convierte en un auténtico emporio, desgraciadamente, para personas que no hablan con ella sino que de ella extraen lo impensable. Es el mundo jodido en el que vivimos. El que nos toca vivir ya lo veremos.

Meu amor es todo un síntoma, Tomás.

Por oír a unha rula decir de amor,amiga, namorado vou! es un verso de Cunqueiro que me gusta mucho.

Lo puedes escuchar a Amancio aquí:

http://sonsdeturoqua.blogspot.com.es/2012/06/amiga-namorado-vou.html

Besiños.

Tomás Rivero dijo...

Me sirves transeúnte, me sirves. Aunque algunas veces te pierdas y tenga que salir a buscarte.
Quédate cerca. Necesito hablar con algún transeúnte de ciertos asuntos que nunca serán graves.

Besos, Shandy.

Tomás Rivero dijo...

Gracias, Eva.

Un besito.

Tomás Rivero dijo...

Algunos transeúntes queridos y olvidados tenemos por el mundo, Sofía. Algunos.

Meu amor es todo un síntoma, sí, y miña nena, toda una promesa.

Manchega, conozco esos versos de Cunqueiro. Me gustan mucho. Al igual que la canción de Amancio Prada.

No vento porei este meu lume novo/ porque ardan as rulas, as cerdeiras e todo!/ Amiga, namorado vou!

Gracias por el enlace. No tiene mala pinta el blog.

Besiños, entrañable.

Eloy Sánchez Guallart dijo...

En este jodido mundo cada vez se está poniendo más complicado ser un transeúnte (bonita palabra, por cierto) y es más, es cada vez más fácil pasar al otro lado. Hay que hablar más, hay que comunicarse, con todo y con todos... bufff! creo que este calor tan húmedo de Castellón me está haciendo delirar.
Un abrazo, poeta.

Ah!, se me olvidaba, el poema, magnífico.

Tomás Rivero dijo...

Sí señor, muy bonita la palabra transeúnte. En ese transito uno debe hablar, hablar. Y si hay que delirar se delira, Eloy.

Un abrazo, amigo. Y cuídate del húmedo Castellón. Y transita.

María Socorro Luis dijo...


Soy una transeúnte que ama la noche, abrazar a los sauces, aunque llorones y a las farolas sonámbulas. Y acompañarte en tus poéticas divagaciones.

Gabon compañero de mis versos, compañero.

Tomás Rivero dijo...

Gracias Soco. Gracias por tu poética compañía. Por tus tránsitos continuos a estas divagaciones de poeta. Gracias compañera, amiga.