viernes, 13 de septiembre de 2013

Crisalidas

Otra noche más y tu cuerpo hallado en la maleza
responderá a las larvas en su iniciático viaje,
que tú también deseas ser insecto,
y las crisálidas te juran que contaron contigo.

La promesa de volar hacia la luna llena
revitaliza tu sangre con sombras de lejanas estrellas.
Deja que el tiempo, como la mirada,
tenga un ruido interno. Todo fluir es pausa.



4 comentarios:

HOSTAL MI LOLI dijo...

Es pura contradicción, esto parece un poema zen, hace pensar. Besos.

Bipolar dijo...

Nosotros hace mucho, pero que mucho tiempo, que dejamos de ser unos capullos, ¿o no?.

Salud.

Tomás Rivero dijo...

Nunca pensé que lo zen contuviera contradicciones. Con las de occidente siempre estuvimos servidos.

Besos, Lola.

Tomás Rivero dijo...

Siempre fuimos crisálidas, Bipolar.

Salud.