responderá a las larvas en su iniciático viaje,
que tú también deseas ser insecto,
y las crisálidas te juran que contaron contigo.
La promesa de volar hacia la luna llena
revitaliza tu sangre con sombras de lejanas estrellas.
Deja que el tiempo, como la mirada,
tenga un ruido interno. Todo fluir es pausa.
4 comentarios:
Es pura contradicción, esto parece un poema zen, hace pensar. Besos.
Nosotros hace mucho, pero que mucho tiempo, que dejamos de ser unos capullos, ¿o no?.
Salud.
Nunca pensé que lo zen contuviera contradicciones. Con las de occidente siempre estuvimos servidos.
Besos, Lola.
Siempre fuimos crisálidas, Bipolar.
Salud.
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