jueves, 17 de febrero de 2011

Levedad

La lluvia que cae hoy tiene sonido
a caracola que imita un mar
de certezas ignoradas,
y a fragor de ramas en su pelea
de savia
por la mejor flor.
Los insectos renuevan el aire,
plagan de sombras el césped
y las muchachas y los hombres
recuerdan de dónde vienen las varadas naves
o cuando lo días eran largos y calurosos
y una bocanada de muchacho,
una brisa de niña
era complacencia que los cuerpos
anhelaban:
la nostalgia de emocionados presentimientos
 

4 comentarios:

Manolo Jiménez dijo...

¿Alguna vez nos mostramos excesivamente humanos?

Si acaso cuando nos quitamos los zapatos, si acaso.

Abrazos.

Tomás Rivero dijo...

Hasta el día que vuelva

Hasta el día en que vuelva, de esta piedra
nacerá mi talón definitivo,
con su juego de crímenes, su yedra,
su obstinación dramática, su olivo.

Hasta el día en que vuelva, prosiguiendo,
con franca rectitud de cojo amargo,
de pozo en pozo, mi periplo, entiendo
que el hombre ha de ser bueno, sin embargo.

Hasta el día en que vuelva y hasta que ande
el animal que soy, entre sus jueces,
nuestro bravo meñique será grande,
digno, infinito dedo entre los dedos.
-César Vallejo-

¿Ves amigo, como los poetas oyen tus súplicas? Un poema al ser descalzo. A ese ser descalzo que siempre, siempre, es excesivamente humano.

Mostarse excesivamente humano en un texto, es hermoso: muestra un signo, seña o ruta para poder serlo. Mostrarse excesivamente humano en la vida cotidiana es más complicado, más difícil, tal vez más comprometido. Es más, ya no le dejan a uno ni ser humano, mucho menos excesivamente humano. Pero para eso inventamos a los poetas. Los cuales siempre son excesivamente humanos. Agradecido excesivo que le estoy a los poetas.
Dos abrazos y un achuchón. Y te pongo de penitencia leer dos veces a la semana “Poemas humanos” del cholo.

Carmen dijo...

ejercicio para las 7:15 de la tarde de un sábado, en el que llueve sin llover
...

con la música puesta y este "levedad" ampliada, como única luz en la habitación la que emite esta muy preciosa(sí sí, dicho así porque me da la gana) fotografía...empezar un recorrido con el dedo corazón por el tallo, bajar la suave cuestecita hasta llegar al pétalo y bordearlo, recrearse en el camino, cuando se llegue a la cumbre detenerse y mirar el horizonte verde, tomar aliento, descender, sentarse en la esquinita, cerrar los ojos un instante, sentir nostalgia, abrir los ojos y seguir...excesivamente humano

Tomás Rivero dijo...

Te quedó de lectura herótica. Sí, dicho como me da la gana. Héroe y erótica: ese exceso de humanidad para poder alcanzar como un héroe lo que tú deseas que yo obtenga de tu periplo geográfico. Anatómico quizás.