martes, 29 de noviembre de 2011

Métrica

Con un poema que nació roto
sujeté otro poema que me salió agotado,
fui poniendo letras y palabras del otro
sobre los versos débiles del torpe,
que se afianzaron, se fortalecieron.
Sus trozos me fueron útiles
para apuntalar palabras con fracturas
que se caían por su propio peso.
Donde había un accidente literario
para curar ausencias épicas
ponía un benéfico canto de sirenas.
Surgió así de los fortificados andamios de la poesía
el impetuoso armazón de un poema sin métrica
que no pudo volar, preso en la jaula del fonema.
Yo lo alimento con melancolía y él trina.


8 comentarios:

Amando Carabias dijo...

No sé si es un error, o qué, pero el color de la letra (me) hace muy complicada la lectura, como si realmente el poema estuviera aún en proceso de reconstrucción o avivamiento.
:)

Tomás Rivero dijo...

Amando, su deseo es orden, sobre todo teniendo en cuenta que tiene usted toda la razón. Y además, esa es la sensación: proceso de reconstrucción o avivamiento.

Queda el poema dispuesto al desbroce.

Un saludo.

Amando Carabias dijo...

Gracias.
Ahora ya se ve que el poema se ha convertido en canario, esperemos que pronto sea ruiseñor o águila, según prefieras la melodía o el vuelo.
Me gusta.
Además me gusta por lo que supone de enseñanza y por lo que implica de canto a la tarea, a veces dolorosa, del poeta.

Tomás Rivero dijo...

Amando, tus comentarios siempre me han gustado mucho. Me han parecido la espalda del poema, el azogue necesario para que el espejo "funcione". Gracias.

Se te echa de menos en "Crítica Feroz".

Un abrazo.

HOSTAL MI LOLI dijo...

La cabeza quiere arreglar los poemas abortados por el corazón, y a veces los arregla. Un beso.

Tomás Rivero dijo...

A pesar de estar a favor del aborto, yo no aborto ni con el corazón, que lo sepas.

Besos, Loli.

Eva R. Picazo dijo...

Sin medida
Todo sin medida es siempre mejor!
Bss

Tomás Rivero dijo...

Ja, de boquilla...

Besos.